Vuelve la era Trump

especiales

Vuelve la era Trump
Fecha de publicación: 
18 Enero 2025
0
Imagen principal: 

Imagen tomada de Internet

Finalmente llegó el día. Es 20 de enero y estamos todos expectantes. Y así será por un tiempo, seguramente hasta que termine ese mandato de cuatro años que hoy comienza y tiene a todos con los ojos muy abiertos. El mundo estará pendiente de la presidencia de Donald Trump, no importa si vivimos en una pequeña isla, remota y lo más alejado del planeta, o aquí, tan a mano.

Trump asume su gestión de modo triunfal porque lo alcanzó, consiguió convertirse en el 47⁰ presidente de Estados Unidos, un hecho marcado por desventuras y obsesiones. Y son tantos sus planes que no alcanzará su período para hacer lo que pretende de su país y fuera como único salvador que se cree, pero con certeza se hará notar. Lo hace todo el tiempo. Quizás ante sí mismo se dice “que hablen mal, da lo mismo, lo importante es sonar”, y bien lo logra.

Quizás sea la persona más seguida, muy mediática. No hay un aspecto de su vida que no interese, si él habla todos queremos escuchar qué barbaridad tendrá esta vez. Y sus promesas suelen ser viscerales, jamás simples deseos, por lo tanto debemos estar más que interesados porque de igual magnitud son sus medidas, a veces como niño caprichoso que se impone ir contra la corriente solo por el hecho de demostrar que puede.

Pero dirigir un país no es un juego. Ser obtuso tiene consecuencias. Y con razón hay que ser suspicaz, pues ya nos enseñó cuán empeñando puede ser, aunque no le creímos cuando hace exactamente cuatro años, en 2021, dijo regresar “de alguna manera”. Y, claro, no podía ser de otra.

A sus 78 años de edad, el republicano tiene una agenda marcada contra la migración. Esto no debería ser un problema si no supiéramos que sus métodos suelen ser extremos. Y esa sed de poder y venganza lo puede llevar lejos.

trumpportrait.jpg
Imagen tomada de https://es.wikipedia.org
 

No le era suficiente ser egocéntrico, tenía que resurgir en escena como prueba de resistencia. Pero el asunto es que no se queda solo en el patio, volver a la Casa Blanca hace tambalear a más de cuatro asuntos de la geopolítica. Se avizora desorden, conflicto, dentro y fuera de sus fronteras, y lo hace de  manera desafiante en todos los sentidos. Basta con mirar la foto oficial que eligió hace pocos días. ¿Qué nos dice con esa cara de malo maloso?

Sus votantes esperan cambio hacia lo doméstico, desean que, como por arte de magia, la economía despunte con el llamado sueño americano de prosperidad. Y, ojala así fuera, pero sin caos resultante para las mayorías, y sin consecuencias para terceros. Sin embargo, ya sabemos que no será así. Por lo pronto, sus palabras más mencionadas son migrante y arancel. Ya sabemos lo que significa.

Para empezar, justo antes de su primer día ya se manifestó a favor del uso de la red social TikTok en Estados Unidos. Pareciera una bobería, pero se trata de una de las últimas leyes confirmadas por el gobierno de su antecesor Joe Biden, y si se plantea desmontarla, ¿qué más podrá pretender por tal de revertir cualquier iniciativa demócrata anterior? Y en ese sentido ya anunció el récord de decretos firmados en su primer día. ¿Es que aspira a destacar de todas las formas?

Asimismo, nuevamente juguetea con la compra de Groenlandia o la anexión de Canadá como si de un cartucho de caramelos se tratara, y como si hablara de su jurisdicción. La lista incluye otras intenciones que ha mencionado, incluso, con el uso de la intervención militar, lo cual no sería tan complejo si posee tantas bases por todo el planeta. Tampoco sería la primera vez.

Veremos qué concreta, pero ya vemos que sus deseos son tan alocados como querer cambiar el nombre del Golfo de México y no deberíamos sorprendernos.

Su agenda exterior no es distinta al concepto imperialista, de expansión y hostilidad, mientras el orbe anda patas arriba, convulso por todas partes. Además Trump es del team de negar el cambio climático, y por tanto no creemos que trabajará por frenarlo ni apoyará iniciativas que vayan contra sus intereses, aunque eso signifique acelerar el calentamiento global, pero eso ya será propósito de quienes vengan después.

Estos son solo ejemplos. Tensión por un lado, esperanza por el otro, hay de todo, pero siendo objetivos, no podemos ver de otra manera su regreso que con preocupación si solo ofrece un discurso nada diplomático sino nacionalista radical, su acostumbrada postura agresiva y amenazante en cualquier tema, y de dominación hacia todo punto del mundo.

Sin duda quiere sobresalir en la escena, trascender a cualquier costo, así sea sin ética. Y la verdad es que Trump habla y el dólar y otras monedas suben o bajan, y todos estamos más que atentos. Es una incógnita, pero preparémonos para los sobresaltos, los escándalos, más promesas y desafíos, sobre todo, en torno a la política y las relaciones comerciales.

Añadir nuevo comentario

CAPTCHA
Esta pregunta es para comprobar si usted es un visitante humano y prevenir envíos de spam automatizado.
CAPTCHA de imagen
Introduzca los caracteres mostrados en la imagen.