Voly (m) cubano estrena ciclo

El nuevo ciclo olímpico del voleibol masculino cubano se estrenará este fin de semana en Pinar del Río, cuando la sala polivalente 19 de Noviembre acoja el torneo de retadores del área de Norte, Centroamérica y el Caribe (Norceca).

Junto a la selección cubana, intervendrán en el evento las de México, República Dominicana y Puerto Rico, en busca de un cupo para la Liga de las Naciones de 2023, pero lo más importante es que marca el estreno competitivo de los nuestros, que tendrán como punto culminante este año el Campeonato Mundial, previsto del 26 de agosto al 11 de septiembre.

Por supuesto, en la justa que organizarán Polonia y Eslovenia nuestra selección tiene como objetivo hacer la mejor actuación posible, sin expectativas en cuanto a llegar al podio ni mucho menos, porque en primer lugar hay que recordar de dónde venimos.

Dicho esto, también es inevitable soñar en grande, porque hemos visto el enorme crecimiento de nuestros jugadores en las mejores Ligas del mundo, y solo queremos que eso se replique cuando lleven la camiseta de las cuatro letras.

Para este certamen en Pinar estarán todos, con la única excepción del capitán Roberlandy Simón, a quien con justeza se le permitió descansar luego de una agotadora temporada.

La gran novedad será el retorno a nuestra escuadra de Maikel Sánchez, quien tuvo una temporada muy buena en Brasil. El ruso ya es un jugador hecho y con experiencia a todos los niveles, y será un buen complemento para el que debe ser la estrella del plantel: Miguel Ángel López.

Sobre el “cubano volador” si hay una expectación enorme, porque Cuba lo necesita para reinsertarse en la elite. Lo que hace partido tras partido con su club es necesario que lo replique este fin de semana, y seguro nos irá bien.

También contaremos con los demás contratados en el exterior, como Osniel Melgarejo, Roamy Alonso, Javier Concepción, Liván Osoria, Adrián Goide, etc., y lo más importante es que según han dicho ellos mismos, vienen dispuestos a asumir el rol que se les asigne por el colectivo técnico, sin intenciones de imponer su ego.

Por cierto, muy importante también (y lo reclamábamos en comentarios anteriores con respecto al fútbol y al baloncesto) es que Nicolás Vives también se supera como técnico en el exterior. La Liga turca no será la mejor del mundo, pero allí choca con otros sistemas de juego y entrenamiento, y seguro de cada uno sacará lo más adecuado para adaptar a sus muchachos.

Como esta Challenger Cup serán solamente tres partidos, uno ante cada rival en una sola vuelta, cada choque es fundamental y no se pude regalar nada para obtener el boleto a la Liga de las Naciones, sustituta de las Ligas Mundiales.

Este es el momento de sacar el máximo a esta generación que está en deuda con la afición por no haber podido competir en los pasados Juegos Olímpicos; esa triste realidad no puede repetirse en este cuatrienio recortado.