Un conmovedor adiós a Gina Lollobrigida
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Un adiós conmovedor, con lágrimas y también reconocimiento, recibió hoy el ícono del cine italiano Gina Lollobrigida, fallecida a los 95 años, en las pompas fúnebres celebradas en Roma, con presencia de la fanfarria de los Bersaglieri, el cuerpo de infantería que le dio su seudónimo y la identificó como una gran luchadora.
La "herencia más grande que tiene Gina lo que queda es el amor… oremos por ella y asegurémonos de que que descanse en paz". Así, monseñor Walter Insero concluyó su homilía en el funeral, con una sentencia, que también parece ser un llamado a dejar de lado la polémica que rodeó a la actriz en los últimos años.
La ceremonia fue en la Iglesia de los Artistas, en la Plaza del Popolo, en Roma. En primera fila estuvieron, el hijo y el sobrino de la actriz, Andrea Milko Skofic y Dimitri, junto a ellos también su exmarido español Francisco Javier Rigau. Unos bancos más atrás también estaba la otra parte involucrada en el choque de los últimos años, la asistente de Gina Lollobrigida, Andrea Piazzolla, quien entró sin reparar en la prensa.
Unas pocas palabras en cambio expresó Rigau: "Gina es una mujer que ha estado conmigo el 80% de mi vida. La amaba profundamente y recibí de ella más de lo que le di". Sin embargo, la presencia del ex esposo fue desafiado por algunas personas en la plaza al final de la ceremonia, con gritos como "Rigau a casa" o "Vergüenza".
La llegada del féretro a la Plaza del Popolo fue recibida por aplausos del público y la fanfarria coordinada de los Bersaglieri y compuesta por unos 30 músicos del batallón, procedentes de Roma y de varios lugares del Lacio. En la iglesia también se observaban numerosas ofrendas florales de homenaje ya presentes ayer en la capilla ardiente en el Campidoglio (entre otras, la del ministerio de Cultura y de Roma Capital) y el piquete de honor de los Carabinieri a los lados del féretro, sobre el que se encontraba un ramillete de rosas rojas del hijo y el nieto de la actriz.
Amigos del mundo del espectáculo como Mara Venier, Adriano Aragozzini, Barbara Bouchet, Giulio Base y su esposa Tiziana Rocca, Vladimir Luxuria; Patrizia Mirigliani, organizadora de Miss Italia, la competencia a la que había llegado Gina Lollobrigida tercera en 1947 (después de Lucia Bosé y Gianna Maria Canale); el ministro Francesco Lollobrigida, bisnieto de la actriz; la subsecretaria de Cultura, Lucia Borgonzoni y Domenico Petrini, alcalde de Subiaco, la ciudad de Lazio donde Gina Lollobrigida nació en 1927, mientras que la premier Giorgia Meloni había dado un último respeto en la funeraria, donde también llegó el alcalde de Roma, Roberto Gualtieri.
"Gina nos enseñó cómo en la vida hay que conquistarla cada día y se hace con sacrificio y disciplina", subrayó Insero.
"Era una mujer valiente y combativa que siempre luchó para los suyos también independencia", añadió el prelado. Era "fuerte, decidida y muy generosa, entendió la alegría de dar y compartir", añadió y recalcó que gracias también al vínculo personal creado con Santa Teresa de Calcuta, "construyó un hospital para los pobres en la India, y también dedicó cuidados a los pobres de nuestra casa".
El ataúd será ahora llevado a Subiaco, "donde será sepultado en el cementerio de la ciudad", dijo el alcalde Petrini, que explica a ANSA que "no será incinerado" y que estará "colocado temporalmente en una capilla municipal, porque Doña Lollobrigida tiene en construcción una capilla monumental que está en restauración". Cuando finalice la obra, será trasladada allí.
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Zarza
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