RECORDEMOS A: Sigmund Freud
especiales
Fotografía tomada de https://www.timesofisrael.com
Hoy hablaremos de Sigmund Freud, reconocido a nivel mundial como el padre del psicoanálisis, esa disciplina con la que pudo indagar el interior de la mente humana con el único uso de la palabra. Recordemos que en el siglo XIX las dificultades mentales eran tratadas por especialistas en medicina, por tanto, los métodos eran otros muy aislados de la psicología porque eran asumidos como problemas físicos.
Freud nació el 6 de mayo de 1856 en Freiberg, Moravia, ciudad que entonces pertenecía al Imperio Austriaco, y en la actualidad, Príbor República Checa, hasta que luego se mudó a Viena junto a su familia, donde estudió y se desarrolló profesionalmente la mayor parte de su vida. Se exilió en Londres, poco antes de morir, cuando los nazis llegaron al poder y comenzaron a perseguirlo por sus orígenes judíos, aunque nunca practicó religión alguna.
Fue el mayor de sus hermanos, y desde pequeño destacó por su inteligencia y curiosidad. Poseía una mente brillante, ejemplo de ello fue su capacidad con los idiomas, pues dominó alemán, francés, italiano, español, inglés, hebreo, latín y griego; también estudió derecho, filosofía, zoología, química, dermatología y psiquiatría.
Al decantarse por la medicina, en principio Freud pensó dedicarse a la ciencia, en específico a la neurofisiología. De hecho, diversas fuentes indican que desde joven se interesó por entender el funcionamiento de la mente humana, y por eso sus primeras investigaciones fueron sobre las células nerviosas y sirvieron de base para su trabajo posterior.
Gracias a sus conocimientos de neurología, trabajó en una clínica psiquiátrica y se especializó en enfermedades del sistema nervioso. Siendo observador, allí comprendió que escuchar y hablar con sus pacientes le permitía llegar al inconsciente, más allá de la sugestión y la hipnosis.
Por supuesto, fue un procedimiento nuevo eso de recurrir a la regla de la asociación libre, o sea, a que el paciente contara todo lo que le pasaba por la mente sin tapujos; y como tal, generó suspicacia porque era inentendible «tratar» sin una práctica física, solo conversando. Sin embargo, fueron rotundos los resultados del psicoanálisis, y revolucionó el campo de la psicología en el siglo XX; influyó, en gran medida, en la manera de entender el deseo humano y el sufrimiento.
El principal legado de Freud a la humanidad es haber descubierto la vida psíquica inconsciente. En resumen, el psicoanálisis es un método de investigación científico y psicoterapéutico que intenta conocer cómo funciona nuestro cerebro pensante, y que, con el tiempo, ha logrado desarrollarse. Hasta hoy, continúa siendo renovador su aporte, por lo cual Freud fue reconocido en todo el mundo.
Fotografía tomada de https://psicologiaymente.com
En la actualidad, Freud continúa siendo una de las figuras más influyentes del pensamiento contemporáneo. Sus teorías son estudiadas por académicos, terapéuticos, y seguidores en cualquier rincón. Obras como La interpretación de los sueños y Tres contribuciones a la teoría sexual, son solo algunos de sus postulados más vigentes en cuanto a importancia e influencia. También reflexionó sobre problemas culturales, religión, sexualidad, locura y etnias.
Dos de sus conceptos más escrutados son el impulso erótico (Eros) y el impulso de muerte (Tánatos), los que considera como fuerzas internas en las personas, responsables de la conducta. Otro de sus aportes es la distinción entre ello, yo, y súper yo, ideas que ayudan en la comprensión del ser humano como entidad compleja, y que tienen que ver con nuestros impulsos y deseos, nuestra actitud consciente, y las restricciones que nos ponemos, según las normas o el deber ser.
Una de sus teorías más polémicas tiene que ver con el desarrollo sexual de las personas, su importancia como una fuerza impulsora en la vida, que, según él, no solo se vincula al placer, sino también a la ansiedad, y que comienza desde la lactancia materna y comprende las siguientes fases: oral, anal, fálica, período de latencia y genital. Además, sostiene que interferir el curso normal de cada etapa pudiera ser la causa de trastornos de personalidad, traumas y fobias en edad adulta.
Aunque desde el inicio tuvo detractores a sus temas de estudio, hoy es referente de investigación. Tanto es así, que en la psicología actual permanece la disciplina que él mismo creó y que permite otra mirada a la mente humana.
En principio, el psicoanálisis fue completamente incomprendido y criticado, hasta que se volvió parte central de la cultura de Occidente en el siglo XX. Influyó en la educación, los movimientos sociales, la política, en la aceptación de la diversidad sexual, la publicidad, y las artes.
Algunos de los términos que manejó Freud y que hoy se encuentran incorporados al lenguaje popular son inconsciente, sexualidad infantil, complejo de Edipo, represión, narcisismo, esquizofrenia, proyección, neurosis, ambivalencia, libido, lapsus, entre otros. Por tanto, digamos, todos utilizamos vocabulario freudiano sin percatarnos, sin siquiera saber que antes eran solo empleados por expertos.
Fotografía tomada de https://viajonarios.com
Indagando en la web, encontré algunos datos curiosos de Freud que nos ayudan a humanizarlo, a verlo más allá de la bata y el diván. Uno de ellos es que aprendió español por su gran interés en leerse El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes, fascinado por las características psicológicas de sus personajes. Se presume que El Quijote contribuyó a que Freud moldeara su concepto de súper yo.
Además, era todo un coleccionista, y por ello su oficina parecía más un museo que una consulta. Guardaba miles de objetos de antiguas civilizaciones, entre ellos estatuillas, jarrones, escarabajos, anillos, y otras piezas precolombinas, así como de Roma, Grecia, Egipto, China, e India.
Otro detalle interesante es que en la Luna existe un cráter que lleva su nombre, en su honor. Fue descubierto poco tiempo después de su muerte, ocurrida el 23 de septiembre de 1939. Se trata de una abertura pequeña, formada por impacto, y según información disponible en la red, se encuentra en una meseta dentro del Oceanus Procellarum, en el noroeste del lado visible de la Luna.
Por último, Freud murió a los 83 años de edad, exiliado en Londres, la ciudad a donde huyó del nazismo, justo en el contexto inicial de la Segunda Guerra Mundial, cuando ya eran perseguidos los judíos. Para ese entonces, el llamado Padre del Psicoanalismo se encontraba muy enfermo de cáncer bucal, por lo cual necesitó alrededor de 30 operaciones y usar una prótesis mandibular y palatina que le impedía hablar con normalidad. Todo esto le sucedió por ser fumador empedernido.
Fotografía tomada de https://www.austria.info
En resumen, Freud fue un investigador polémico que marcó una ruptura en la manera de asumir al ser humano por su teoría de ente con conductas diversas, autodestructivas a veces, y, otras, con énfasis en la obtención de placer. Su pensamiento aún es trascendental para la psicología, criticado y alabado, pero, sobre todo, debatido. Estudiarlo arroja luz en el análisis de la sociedad actual y las psicopatologías que en ella se generan.
Fue uno de los pensadores más influyentes y polémicos del siglo XX. Dejó suficiente material, un poco más de 20 libros y cientos de artículos de su trabajo teórico y clínico que descubren a un Freud enemigo de las certezas y las respuestas cerradas, curioso y preocupado por entender nuestra naturaleza y las contradicciones entre pensamiento y actuación, interesado en saber si los síntomas físicos podrían tener una causa psicológica. Desarrolló una nueva visión de la existencia humana, e intentó encontrarle sentido a este mundo cambiante y turbulento.
Añadir nuevo comentario