Radiografía a futuro del boxeo, las pesas y el pentatlón tras su duda para Los Ángeles 2028

El Comité Olímpico Internacional (COI) intenta revolucionar el olimpismo, atemperarlo a nuevos tiempos, enamorar a las generaciones más jóvenes, hacer del atractivo una de sus principales armas…

Algo que hasta cierto punto comparto, eso sí, sin que los ganchos de mercantilización sean “noqueadores”, y sin que el legado de más de una centuria pueda ser borrado de golpe y porrazo.

Lo digo por el hecho de que nuevamente, de cara a la cita de los Ángeles 2028 se han excluido tentativamente del programa preliminar de los Juegos Olímpicos al boxeo, la halterofilia y el pentatlón moderno.

Por disímiles razones esas disciplinas tendrán un periodo de 18 meses hasta el 2023 para hacer todas las maniobras necesarias, recuperar la confianza del máximo ente rector deportivo, y tras ser discutido en el seno de su Asamblea, patentar su permanencia o no en la lid angelina.

Recordemos que ya de cara a la edición de Río de Janeiro 2016, la lucha, un deporte pionero, estuvo peligrando su inclusión en el calendario.

En esta oportunidad igualmente la halterofilia forma parte del programa olímpico desde la versión de Atenas 1896, en tanto el boxeo comenzó su ruta en San Luis 1904, y el pentatlón moderno lo hizo en Estocolmo 1912, todas con más de una centuria de tradición.

Sin embargo, ahora, de cara a Los Ángeles el COI ha impuesto una serie de condiciones a las Federaciones Internacionales de esas disciplinas en aras de mantener su presencia bajo los cinco aros; mientras las noveles surf, escalada y skate ya aseguraron su continuidad en ese escenario.

Es sabido que el pugilismo y la halterofilia han presentado situaciones de escándalo y falta de transparencia hacia lo interno, de ahí que el COI haya colocado estas cuestiones de gobernabilidad, y en el caso de las pesas los sucesivos episodios de dopaje patentados por algunos países, como razones de peso para colocar en tela de juicio su presencia futura.

En cambio, en el caso del pentatlón moderno pasa su incertidumbre por una cuestión de cambio de formato y búsqueda de universalización, que conllevaría la sustitución de la hípica por otro deporte, (tentativamente el ciclismo), en aras de hacerlo más atractivo a los jóvenes y a su vez menos costoso y elitista, pues es conocido el complejo andamiaje que requiere el traslado y acondicionamiento de los caballos.

Cuestión esta que en un primer momento será ratificada en la próxima sesión del COI en febrero, la cual se desarrollará en Beijing y en la que presumiblemente Thomas Bach, su presidente y la cúpula del ente deportivo a nivel global ratificarán al menos las 28 disciplinas aseguradas a Los Ángeles, las cuales son: atletismo, remo, bádminton, baloncesto, piragüismo, ciclismo, hípica, esgrima, fútbol, golf, gimnasia, balonmano, hockey, judo, lucha, natación, rugby, taekwondo, tenis, tenis de mesa, tiro, tiro con arco, triatlón, vela, voleibol, surf, skate y escalada.

A los cuales pudieran sumarse los tres en duda actualmente, y otros a propuesta de la sede lo que presuntamente le concedería nuevas esperanzas al béisbol, dada la enorme tradición y poderío que posee en Estados Unidos; como también, aunque en mucha menor medida, el kárate.

Aristas de peso

Mencionábamos razones esgrimidas para colocar en tela de juicio a estos tres deportes.

En el caso de la Asociación Internacional de Boxeo amateur (AIBA) en 2009 perdió su reconocimiento por parte del COI, y como consecuencia, de cara a su inclusión ese ente le pide transformaciones en tres vertientes:

La financiera, lo cual pasaría por un crecimiento en materia de transparencia, sostenibilidad y diversificación de ingresos; la asociada a los sistemas de arbitraje y de jueces, en busca de asegurar una integridad que en no pocas oportunidades ha sido puesta en tela de juicio; y en su gobernanza, lo cual le permita transitar hacia un cambio de mentalidad y cultura en este sentido.

El presidente de la AIBA, Umar Kremlev, y su ejecutivo, ya dieron los primeros pasos en ese sentido en el recién finalizado campeonato Mundial, y luego de resultados amañados o turbios en Río 2016 y los mundiales de mayores en 2017 y juvenil de Kielce, Polonia, este año.

AIBA insistió en que los oficiales involucrados en prácticas cuestionables quedarán fuera de la institución. A lo que añade el hecho de que jueces de integridad ahora examinarán cuidadosamente el alcance de más exclusiones basadas en los hallazgos del informe McLaren.

Además, por primera vez distribuyeron premios en metálico a los medallistas en la cita del orbe y aseguran darán otra serie de pasos en aras de que les sea retirada la suspensión y adquieran matices de confiabilidad para el COI.

En el caso de las pesas el flagelo del dopaje es su principal enemigo dentro y fuera de las plataformas. Además, en la actualidad y desde hace meses son rectorados por un presidente interino, y su Federación Internacional aún no define la fecha de su congreso electoral, pospuesto nuevamente y el cual debía celebrarse en este diciembre.

Justamente esa es una de las exigencias del COI, así como también el hecho de condicionar los cupos correspondientes a cada nación a los casos de dopaje que hayan presentado estas durante el ciclo en cuestión. A propósito del tema doping, la Agencia Mundial Antidopaje (WADA por sus siglas en inglés), en 2017 denunció tras una investigación prácticas ilícitas empleadas por varios atletas, como el intercambio de muestras en controles antidopaje; y el uso de hormonas de crecimiento indetectables o de transfusiones de sangre, para burlar los mecanismos de detección de sustancias prohibidas y estar limpios previo al inicio de sus alzadas.

Mientras, en el pentatlón moderno, se trata de readecuar su formato de competencias y las disciplinas que contempla en función de reducir los costos y ganar adeptos a lo largo de la geografía universal, especialmente entre jóvenes, de ahí que se halle en desventaja con el skate, el surf, la escalada e incluso el break dance, que en París 2024 hará su debut oficial luego de ser aclamado en los Juegos Olímpicos de la Juventud de Buenos aires 2018.

Además de un incidente que vino a agregarle otra gota a la copa, como fue el golpe propinado por una entrenadora alemana al caballo de su pupila en plena competición, al este mostrarse renuente a cruzar un obstáculo, e incluso tumbara a su jinete.

Lo cual de manera casi inmediata puso en el prisma de los cuestionamientos y la polémica a la Unión Internacional de Pentatlón Moderno.

Repercusión para Cuba

Excluir estas disciplinas del programa de los Juegos Olímpicos lógicamente tendrá una repercusión inmediata en muchos países, incluso en el desarrollo de dichas disciplinas y el interés que puedan depositarle al crecimiento y seguimiento de las mismas hacia lo interno de cada nación.

En el caso del pugilismo, hablamos del mayor aportador de preseas para la Mayor de las Antillas en el contexto del olimpismo (41-19-18), y segundo a nivel global detrás de Estados Unidos (50-27-41).

Nuestros púgiles gozan de un prestigio incalculable en ese máximo entorno fraguado a fuerza de puños y rendimientos; por lo que indiscutiblemente de ser excluido el boxeo, nuestro poder de fuego en materia de preseas y títulos se vería considerablemente diezmado bajo los cinco aros.

Las pesas, si bien ha cedido su terreno y desde el bronce de Iván Cámbar en Londres 2012 no materializa resultados cualitativamente superiores, lucha tenazmente por su reinserción en la élite continental y luego mundial, a fuerza de un trabajo sostenido, y con una historia avalada por dos cetros, una plata y cinco bronces. Daniel Núñez, Pablo Lara, Idalberto Aranda, Yoanfrys Hernández, Sergio Álvarez, Yordanis Borrero, Yoelmis Hernández y el propio Cámbar han sido hombres encargados de mantenernos en la palestra durante años; a quiénes se suman las chicas, que, pese a su inicio de práctica tardío, materializaron los mejores performances individuales en la capital nipona.

En el pentatlón, si bien no se exhibe ese palmarés, hay que decir que el hecho de clasificar a las últimas citas olímpicas y obtener preseas en Juegos Panamericanos élite y Junior, patenta crecimiento y consecutividad en un trabajo que ha sido progresivo, y el cual no nos gustaría ver truncado.

Toca esperar, las Federaciones en cuestión y el COI luego tendrán en acciones y decisiones, la última palabra.