Playita de Cajobabo: El pequeño desembarco de dos grandes

El 11 de abril de 1895 José Martí y Máximo Gómez desembarcaron en un bote por Playita de Cajobabo, en la costa sur de la actual provincia Guantánamo. Poco más de un mes antes, el 24 de febrero, había comenzado la Guerra Necesaria, que había tenido en ellos a sus principales organizadores. 

Sobre la llegada de Martí y Gómez a la Isla, Cuba Sí dialogó con el máster en Ciencias Históricas Luis Acosta Machado, profesor de la Facultad de Filosofía, Historia y Sociología de la Universidad de La Habana.

Foto tomada del perfil de Facebook del entrevistado. El profesor Acosta Machado ha investigado sobre los temas relacionados con las guerras de independencia de Cuba

¿Qué estaba pasando en los campos insurrectos a la llegada de Martí y Gómez?

Hay que recordar que el primero de abril de ese año, 1895, Antonio Maceo había desembarcado por Duaba. En ese momento ya Oriente estaba en guerra. Maceo rápidamente hizo contacto con las tropas y enseguida tuvo a más de 3000 soldados en pie. Comenzó a operar, haciendo proclamas, dando órdenes, realizando combates, fogueando a sus hombres…

Ese era el panorama en Oriente. Sin embargo, a Camagüey había que llevarle la guerra. Fue una de las regiones que se negó a alzarse según la planificación. 

¿Cómo fue la travesía?
 
Fue una travesía bastante accidentada. Salieron desde República Dominicana a Haití y luego hacia la Mayor de las Antillas. En un lugar relativamente cerca de la costa bajaron del barco y en un bote de remos arribaron, en medio un mar bastante picado. Fue prácticamente un milagro que lograran desembarcar en Playita de Cajobabo y que no se despeñaran contra las rocas, porque esa era casi que la única playa cerca de ahí.

Una opción recurrente a lo largo de la historia mundial es que parte de la dirección política de los movimientos permanece en el exilio. ¿Por qué Martí viajó al terreno del combate? 

Martí quería participar en la organización de lo que meses después fue la Asamblea de Jimaguayú, para establecer la estructura de gobierno y todo lo demás. Quería estar presente y exponer sus ideas. El trágico combate de Dos Ríos truncó el plan.

Gómez y Maceo no querían que Martí fuese a la guerra. Gómez sabía que era su principal organizador, el alma misma del movimiento, y estaba negado a que fuera al campo de batalla.

Martí convenció a El Generalísimo de venir y luego salir para Estados Unidos. Empleó como uno de sus argumentos que el periódico Patria había publicado que la salida de ambos hacia Cuba era un hecho consumado. 

Desde el punto de vista ético-moral, para él era importante participar; pues fue quien llamó a la guerra, realizó discursos patrióticos sobre su importancia, escribió en Patria… Podía haber sido acusado de incendiario o cobarde. Su prestigio disminuiría si no transitaba por el campo de batalla después de haber sido el principal promotor; iba a dar armas a sus opositores que durante la preparación le hicieron la vida bastante complicada en la emigración.

Desde el punto de vista individual, era una persona de sensibilidad extrema. Sufrió los horrores del colonialismo. No podría autorreconocerse como hombre, como independentista, si no iba a la conflagración. En cuanto a lo político, Martí sabía que la república futura se iba a construir en la guerra; sus pilares surgirían de la manigua.