Paralímpicos de Tokio: Voluntad y deseos de crecer, las mayores preseas (+Fotos y video)

Paralímpicos de Tokio: Voluntad y deseos de crecer, las mayores preseas (+Fotos y video)
Fecha de publicación: 
6 Septiembre 2021
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Imagen principal: 
Omara-Yuniol-Miriam, un tridente de éxito y máxima expresión de cubanía.

Los Juegos Paralímpicos de Tokio son historia. Una de esfuerzo, voluntad e inclusión supremos, en la cual 4 403 atletas de 162 naciones, incluidos el elenco de refugiados y el Comité Paralímpico Ruso (RPC en inglés), dieron lo mejor de sí, con un mensaje de esperanza, de capacidad para reponerse a los embates de la vida como mejor presea.  

Así pugnaron en 539 pruebas como parte de 22 disciplinas deportivas, emergiendo China (96-60-51) como reina indiscutible de la cita, y completando el top cinco de naciones Gran Bretaña (41-38-45), Estados Unidos (37-36-31), RPC (36-33-49), y Holanda (25-17-17).

Por Latinoamérica y el Caribe Brasil (22-20-30), ocupó el séptimo escaño con una nutrida comitiva de 258 deportistas; México (7-2-13) el peusto 20 con 60 efectivos; y Cuba (4-1-1) con 16 legionarios, emergieron como los países de mejores rendimientos.

Reitero, más allá de ubicaciones, metales y lágrimas o gritos ahogados de triunfo, el simple hecho de haber podido participar, confraternizar y probar capacidades físicas y mentales por parte de estos campeones discapacitados en un año profundamente marcado por la pandemia de Covid-19, con disímiles limitaciones derivadas del aislamiento, ruptura y reestructuración de planes de entrenamientos, limitadísimas opciones de clasificación y fogueo, constituye un premio indiscutible.

Cuba: realidad y potencialidades

Toca ahora adentrarse en la realidad de los nuestros, de 16 ases que sortearon miles de escollos para patentar un rendimiento. De ellos 12 se colocaron entre los ocho primeros puestos de sus respectivos eventos (el 75%), lo cual nuevamente da la medida de estándares elevados de efectividad y entrega competitiva.

Antes de profundizar en nuestra radiografía y sin afán de colocar parche alguno comenzaremos dilucidando una variable importante: el desarrollo científico-técnico-tecnológico ha permitido que muchos países, fundamentalmente potencias desarrolladas pongan dichos saberes en función de elevar los rendimientos de sus deportistas, ya sea con el perfeccionamiento de aditamentos como prótesis o cualquier elemento en materia de infraestructura, o mediante el diseño de softwares u otras herramientas que implementar en las dinámicas de entrenamiento.

Aparejado a esto están los saberes de entrenadores, árbitros, clasificadores de las discapacidades…

Toda una amalgama de piezas que componen un mural, muchas de las cuales Cuba, a pesar de contar con enormes potencialidades en lo concerniente a tratamiento, inclusión y programas de acompañamiento desde la base de nuestra pirámide deportiva, no posee en el mismo rango cualitativo.

 

Video: Cortesía de Team Vívela Deportes.

Rendimientos propiamente

Si vamos a hablar de rendimiento antillano en Tokio hay que ponderar al atletismo. No solo por el hecho de que nuestros representantes del deporte Rey conquistaron las seis preseas de nuestra comitiva en la capital nipona, con notas en La mayor para la fenomenal Omara Durand y el novel-revelación Yankiel Robiel Sol, acreedores de los cuatro cetros.

Lo digo además por la forma en la que se presentaron la casi totalidad de nuestros efectivos, quebrando sus marcas personales, mostrando niveles de competitividad extremos. Baste destacar los casos del propio Yankiel, a sus 18 abriles; Leinier Savón, con la reivindicación en el salto largo luego del sinsabor del hectómetro; los jabalinistas Guillermo Varona y Ulícer Aguilera, superando en más de una ocasión sus registros cimeros y estableciendo topes de América; el disco incansable de Leonardo Díaz llegando a su mejor disparo de temporada, por encima de 43 metros; y nuestra prodigiosa Omara, desafiando la lluvia, con plusmarca universal de 23.02 incluida en el doble hectómetro y hat-trick de títulos.

Rendimientos para loar hay muchos, me gustraría pensar que el de todos y cada uno, pero la objetividad también nos compete. En esta ocasión disciplinas como el parajudo y la paranatación se fueron sin preseas. Ciertamente el nivel cualitativo de estos deportes, como de la totalidad de los restantes, ha crecido mucho, y eso pudiera haberle pasado factura a los nuestros, sumado al desconocimiento de algunos rivales y la carencia de confrontaciones de rigor.

Lorenzo Pérez signó esta vez el octavo puesto en los 400 metros libres (5:30.42 minutos como su mejor rendimiento, luego de haber sido bronce en ese segmento en Río de Janeiro 2016, y titular en el hectómetro de la categoría S6.

Aquí se quebró el récord del orbe en 100, con el italiano Antonio Fantín como protagonista. Lorenzo de 35 años, no pudo emular en esta oportunidad sus mejores registros. Tampoco pudo repetir podio Yasmani Fernández, quien pugnó aquejado de una molestia en su hombro.

Hay otro detalle que señalar. Salvo Yankiel, Varona, y Omara, el resto de nuestra comitiva en tierras del sol naciente superaba los 30 años de edad, lo que da la medida de una delegación experimentada, longeva en no pocos casos, y habla de la necesidad de profundizar el trabajo en materia de formación de nuevos paradeportistas que puedan convertirse en un relevo digno de nuestras principales estrellas.

Quizás no en la totalidad de los casos pensando en París, pues tres años se van “volando” y a varios de nuestros experimentados bien pudiera quedarle un último alirón de calidad y performances de relieve en el tanque, pero con una proyección hacia el horizonte de Los Ángeles 2028.

Ese tema de la transición generacional, así como la captación y el trabajo minucioso, deben erigirse como prioridades de una estrategia de trabajo futuro con el deporte para discapacitados, tal y como lo planteara al semanario deportivo Jit el vicepresidente primero del Inder, Raúl Fornés.

De vuelta a la eficiencia, el 25% de nuestros paraatletas obtuvo medallas (4 de 16), pero lo evidenciado en tierras del Sol Naciente soslaya que hay que diversificar mucho más el trabajo. Con intención, explotando cada cuestión favorable que poseemos, como la relación o convenio existente entre el Inder y el ministerio de educación en materia deportiva; las instalaciones de escuelas destinadas para niños con algún tipo de discapacidad que, en el afán de proporcionarles la mayor cantidad de herramientas posibles de preparación para la vida, funcionan en muchos casos como aquellas pre-eide que prácticamente desaparecieron de nuestra pirámide.

Independientemente de 8innegables dificultades asociadas a infraestructura, equipamiento, insumos, perfeccionamiento de saberes…; a los efectos ineludibles del bloqueo económico, Tokio nos dejó muchos momentos de satisfacción, tocó nuestras fibras más sensibles, acompañamos a cada uno de nuestros deportistas y a millares de disímiles latitudes en su cruzada por la inclusión y la esperanza… pero también nos mostró el camino, nos develó algunas respuestas a disímiles interrogantes que debemos hacernos, esbozó el comienzo de una “carta náutica” a seguir, y lo más importante, nos demostró que tenemos que trabajar bien fuerte y en muchas vertientes, si de continuar desarrollando nuestro movimiento paralímpico se trata.  

Entonces, unidos en la diversidad, pongamos manos a la obra.

Ellos resumen voluntad y esfuerzo en cada actuación. Foto: Team Vívela.
El simple hecho de llegar se traduce en un triunfo para muchos de nuestros paradeportistas.
Cuántos golpes de la vida y Damián siempre ahí, erguido, pedaleando...
Lágrimas de vergúenza deportiva y deseos de haber rendido más. lorenzo pérez siempre será un campeón de la vida.

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