Otro repaso de Flick

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Otro repaso de Flick
Fecha de publicación: 
17 Enero 2025
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Es bien raro encontrar en la brillante carrera de Carlos Ancelotti dos derrotas seguidas ante otro entrenador; al menos en su paso por el Real Madrid a memoria no lo recuerdo.

Incluso en las eliminatorias de Ligas de Campeones donde ha sido eliminado al menos se fue con un empate en alguno de los dos topes, pero bueno, estoy apelando a la memoria.

De lo que sí estoy seguro es de que si alguna vez ocurrió en algún otro club, porque estamos hablando de dos décadas de carrera en los banquillos, nunca fueron derrotas tan contundentes como estas dos que lleva ante Hansi Flcik.

Esta reciente de la Supercopa realmente tuvo poca colaboración de su defensa: Camavinga salió en modo pollo sin cabeza como hace de vez en vez, Tchouamení más perdido que el pescado de dieta y Lucas Vázquez todavía buscando a Raphina.

Con esos problemas es bien complicado remar, pero es que ni cuando estuvo delante en el marcador el Madrid dio la impresión de hacer las cosas bien, porque era una avalancha sobre la portería de Courtois, el único que se salva de la quema de los titulares en zona defensiva.

De no ser por el portero belga la humillación pudo haber sido peor, porque eran una tras otra las descoordinaciones de la zaga.

Espero que ya de una vez por todas Ancelotti acabe de reconocer que Tchouamení no es central y le deje el puesto a Raúl Asensio, que pese a su juventud ha demostrado temple y calidad. El galo lo hace mucho mejor en la contención, y sería un buen respaldo en jugadas a balón parado, pero en el juego continuo pierde demasiado sus marcas.

De lo poco rescatable de los merengues estuvo Kilyan Mbappé, que no solo marcó el gol sino además provocó la expulsión del arquero rival y parece haber entendido cómo se rompe el fuera de juego. Digo parece porque necesito más partidos para que me borre la imagen de parvulito que dio en el primer Clásico de la temporada.

Por los catalanes estuvo inmenso una vez más Lamine Jamal y sobresalieron sobre el resto Koundé y Raphina. Lo del niño maravilla no sorprende, y otra vez apareció cuando más falta hacía, el zaguero galo tuvo una noche perfecta tanto a la defensa como a la ofensiva, y el brasileño fue fundamental cada vez que tomó el balón.

Además dejó una postal de lo que es ser capitán de los buenos, cuando sacó del terreno el maletín de los médicos del Madrid cuando atendían a Mbappé en el círculo central y no fuera del área de juego, como debe ser.

El planteamiento de Flick vuelve a ser el ganador, aunque esta vez la estrategia del fuera de juego no fue tan eficaz como en el anterior. El solo hecho de aguantar con 10 hombres más de media hora sin que le anotaran ni una vez es la mejor prueba de que ganó la partida de nuevo. Ancelotti sigue dado, y se avizora en el horizonte otro encontronazo en los cuartos de Copa del Rey. Veremos si rompe la paternidad de Flick.

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