Osneldo García cumple 90

Osneldo García -artista irreverente, creador incansable, hombre de singular sentido del humor- cumple este domingo noventa años. Una edad venerable, aunque él no se toma muy en serio los años que cumple.

En su casa de Santa Fé, que es su templo, Osneldo evoca sus años de infancia y juventud en Mayajigua, antigua provincia de Las Villas. En el niño que fue ya habitaba el artista que es ahora. Y sobre todo en el adolescente que le vendía figuritas talladas a los turistas que visitaban los famosos lagos del lugar. Dice Osneldo ahora que aquellas eran figuritas de relajo, y se divierte mucho recordando el entusiasmo de los americanos que se las compraban. Pero en realidad ahí estaba el germen de su obra inmensa, que ahora es indiscutiblemente patrimonio de la cultura cubana.

Para Osneldo García el erotismo no es una propuesta simplona y libidinosa. Para Osneldo el erotismo es un sistema de símbolos, una propuesta lúdica, una sugerencia al espectador. Uno ve estas obras y no puede quedarse impasible. La diferencia entre erotismo y pornografía, según Osneldo Garcia, está en el sentido, en la contundencia de la propuesta formal y conceptual, en la polisemia que instaura el arte. Él, que ha expuesto en casi todos los continentes, que ha sido invitado a célebres bienales, que es referente de varias promociones de artistas en Cuba… él sabe muy bien lo que dice.

Osneldo tiene mucho que contar. No es solo el creador visual, es también el combatiente de la clandestinidad, el luchador revolucionario, el amigo de Camilo Cienfuegos. Pero sigue siendo el niño que fue hace décadas en Mayajigua, porque él no concibe la vida si no se disfrutan sus pequeños placeres. Para algunos son obras son juguetes para adultos. Y a él le encanta esa idea.