Orígenes olímpicos

Orígenes olímpicos
Fecha de publicación: 
24 Julio 2021
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Imagen principal: 

Foto: tomada de viajandoentrepiedras.com/olimpia-grecia

La palabra Olimpiadas es por estos días tendencia en la Red de redes, sobre todo a partir de la inauguración de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.

Viene entonces al caso recordar que los Juegos Olímpicos u Olimpiadas  se llaman así porque la ciudad Olimpia, de la Grecia antigua, fue su cuna, entre el monte Cronos y los ríos Alfeo y Cládeo.

Los Juegos Olímpicos de la Antigüedad se inauguraron oficialmente en el solsticio de verano del 776 antes de nuestra era –al menos esos son los primeros registrados por la historia- y a partir de ese momento, cada cuatro años convergían en esa ciudad los mejores atletas de cada ciudad-estado y reino de la antigua Grecia para competir en honor a Zeus , la más importante divinidad del panteón griego.

 


 Ruinas del templo dedicado al dios Zeus en Olimpia, Grecia. Foto: AgeFotostock 

                                                                                                                         
 

Precisamente en Olimpia se ubicaba el principal santuario dedicado a  Zeus, un templo dórico del siglo V a.C., cuyas ruinas constituyen Patrimonio de la Humanidad, declarado por la UNESCO. 

Aseguran que mientras acontecían los Juegos Olímpicos , las polis griegas suspendían sus hostilidades para que los atletas y quienes lo desearan acudieran a presenciar el acontecimiento.

La estatua de Zeus que se guardaba en el templo estaba hecha de oro y marfil, medía 12 metros sin contar la base, y su autor fue el escultor Fidias. Dicha obra es considerada una de las siete maravillas de la Antigüedad.

Los Juegos Olímpicos eran tan importantes que, además, servían de inspiración para los artistas de la época, entre ellos al Mirón, de Eléuteras, a quien debemos la famosa escultura de El discóbolo, una de las obras más admiradas de la Antigüedad.

 


El Discóbolo, del artista griego Mirón (detalle). Originalmente fue esculpida en bronce, aunque ha llegado hasta nuestros días  gracias a las
copias en bronce y mármol hechas por los romanos. Foto: tomada de lasesculturas.com
                      

                                                                         

En aquellas citas olímpicas de los inicios existía una sola competencia: stadion. Se trataba de una carrera de velocidad cuya distancia, 192 metros, quedaba delimitada por la pista del estadio de Olimpia. 

 


  En este estadio, Corebo, el panadero de Élide, ganó la primera carrera olímpica. Foto: blogs.20minutos.es

                                                                                                   

El primer campeón olímpico fue un panadero llamado Corebo, que procedía de Élide, en el oeste de la península del Peloponeso. Su premio fue una rama de olivo, no una medalla como las que se entregan, desde la inauguración de los Juegos Olímpicos Modernos, en Atenas en 1896, esas por las que la delegación cubana está poniendo el corazón en Tokio 2020.

 

 

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