OPINIÓN: Cuba a merced del triple en Budapest

OPINIÓN: Cuba a merced del triple en Budapest
Fecha de publicación: 
20 Agosto 2023
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Cuba llevó 21 competidores al Campeonato Mundial de atletismo que comenzó este sábado en Budapest, Hungría, pero sus opciones reales de volver a aparecer en el medallero general pasan por una sola modalidad: el triple salto, tanto en el sector femenino como en el masculino.

Precisamente una de esas cartas tuvo acción desde la propia jornada inaugural cuando los cubanos Lázaro Martínez y Cristian Nápoles aseguraron ya su boleto finalista en el triple salto.

Según el sitio oficial de World Athletics, en esa modalidad se exigía 17.15 m para acceder de manera directa a la final, aunque solo el jamaicano Jaydon Hibbert superó esa cota con muy buen resultado de 17.70 m, que lo sitúan como serio aspirante a la presea dorada.

Martínez, monarca del orbe bajo techo en Belgrado, Serbia, el pasado año, se estiró hasta los 17.12 metros (m) para incluirse en la final de los 12 mejores; mientras Nápoles lo hizo con registro de 16.95 m., Lázaro Martínez, quien llevó como aval el título de campeón mundial bajo techo en 2022. 

Martínez es un saltador ya experimentado y tiene este año una buena marca personal de 17.51 metros, la cuarta mejor del planeta, pero tiene que hacerlo todo muy bien para colarse en un podio en el que deben estar su compatriota nacionalizado portugués Pedro Pablo Pichardo (fuera del ranking de la campaña) y el burkinés Hugues Fabrice Zango (17.81 m), sin olvidar al joven jamaicano Jaydon Hibbert quien se estiró hasta los 17.87 metros para convertirse en recordista mundial sub-20 y si la presión no le afecta podría ser protagonista.

Además, el cubano llega con una molestia, y aunque el colectivo médico dice que está listo, ya hemos tenido experiencias similares con pésimos recuerdos. Una de ellas bien reciente nos privó de otro que podía competir por un metal el Budapest, el saltador largo Maykel Massó. El jovencito Alejandro Parada sacó la cara en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de San Salvador, pero esto es harina de otro costal.

Las otras esperanzas de preseas para la mayor de las Antillas en la lid del orbe, que se extenderá hasta el 27 de agosto, con las también triplistas Leyanis Pérez y Liadagmis Povea.

Pérez, cuarta en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, se encuentra entre las punteras del ranking internacional durante la presente temporada, segunda con un brinco de 14.98 metros, mientras que Povea es tercera con 14.85.

Luego de lo visto en San Salvador, donde le plantaron cara a la mismísima Yulimar Rojas, ambas ilusionan como potenciales medallistas de plata, pues el oro será sin dudas para la venezolana, que doblará en triple y salto largo.

Son ellos nuestras mayores opciones para alcanzar una medalla que nos devuelva a la senda del podio perdida en Oregón el pasado año.

Como parte de una estrategia de estímulo y para foguear a jóvenes figuras, a la capital húngara viajaron todos los atletas que hicieron el grado por las diferentes vías de clasificación que sostiene la Federación Internacional de la disciplina (World Athletics), con excepción de Sahily Diago (4x400) y Melany Matheus (disco), a quienes el colectivo técnico decidió preservar para los Juegos Panamericanos de Santiago de Chile.

Me parece una decisión acertada de los directivos del Deporte Rey, porque en primer lugar se ganaron el derecho, y en segundo algunos rompen el hielo de lo que significa enfrentar un Mundial, y competirán sin presión, solo contra ellos mismos. Con las ausencias ya prefiero dar el voto de confianza a los especialistas.

Los casos de Cristian Nápoles (triple, marca de 17.34 metros este año), Luis Enrique Zayas, (salto alto, 2.31 m), Rose Mary Almanza (800, 1:59.57 minutos), Roxana Gómez  (400, 50.60 segundos), Zurian Hechevarría (400 con vallas, 55.52 segundos) y Silinda Morales (disco, 65.06 metros), tienen un poco más de experiencia y posibilidades de rendir actuaciones positivas, aunque sus marcas se encuentran más alejadas de las posibilidades de ser medallistas y lograrlo sería una gran sorpresa.

Los relevos femeninos también tienen en teoría nivel para firmar buenos resultados en sus respectivas finales en el flamante Centro Nacional de Atletismo, situado en la orilla oriental del río Danubio, pero de ahí a una presea va un largo trecho.
 

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