Nuevas medidas en Cuba: participación consciente y liderazgo efectivo

El gobierno continúa preparándose para el tránsito a la etapa pos-Covid en Cuba. Si bien la respuesta de la nación logró reducir en gran medida los efectos sanitarios de la pandemia, se nos avecina otro desafío: afrontar las secuelas económicas globales y su impacto en un modelo económico en reformas.

En ese sentido, hagamos un repaso somero a las esferas de energía y minas e industrial, sobre las cuales sus respectivos ministros han informado recientemente. 

De acuerdo con el titular de Energía y Minas, Liván Arronte Cruz, durante estos meses el sector mantuvo sus principales producciones, entre ellas las de petróleo y gas, así como las mineras. 

Con poco más de 96 mil empleados, el organismo mantuvo laborando a distancia a unos 13 mil trabajadores, según cifras oficiales. Es decir, para el 13,9 por ciento del sector se hallaron potencialidades en esa modalidad de utilización de la fuerza laboral. Otros 5 613 fueron interruptos y 431 reubicados. De estos datos se pueden hacer deducciones; una de ellas es la viabilidad del trabajo a distancia en ese organismo, el cual -aunque no sea en la misma proporción- ha de sistematizarse como alternativa. En efecto, el ministro Arronte ha afirmado que la opción se mantendrá “por medio de una mejor planificación y control de las tareas”. 

Una de las medidas de cara a la primera fase pos-Covid es que seguirán  detenidos los trámites de servicios de electricidad y gas en las oficinas comerciales. Ello apunta a la intención de evitar, al menos en un primer momento, el flujo y concentración de personas por estos motivos. Como vía alternativa continúa, para el pago, la variante electrónica o directamente al cobrador. Posteriormente se darían a conocer los plazos para las deudas por estos servicios. 

La gestión industrial, por su parte, ha permanecido vinculada a la producción de alimentos, medicamentos, productos para el comercio interior, la zafra azucarera, el turismo y la producción de materiales de la construcción, según declaraciones recientes del ministro de Indsutrias, Eloy Álvarez Martínez. 

Actualmente, aunque existen algunas unidades empresariales de base paralizadas o produciendo a baja capacidad, de acuerdo con el ministro Álvarez Martínez, la causa es, fundamentalmente, la falta de materias primas. No obstante, el 99 por ciento de las empresas del sector se dan como activas. 

La producción de piezas de repuesto para los programas de alimentación y la zafra del azúcar es una de las misiones inmediatas de este ministerio. Además se apuesta por la recuperación de ventiladores pulmonares (95 rescatados hasta el momento) y la validación del ventilador pulmonar cubano. 

Esta entidad gubernamental también ha esbozado medidas para la nueva normalidad, las cuales se agrupan en sanitarias, laborales, de transporte y de ahorro (esta última es una constante en cada plan sectorial).
De acuerdo con el titular de Industrias, se están creando condiciones en empresas con producciones continuas para que puedan laborar 14 días continuos en aislamiento, ante una situación excepcional. 

Tras la pandemia se unen viejas y nuevas dificultades para el desarrollo sostenible proyectado por Cuba, pero otras potencialidades y alternativas son identificadas. Difícil pero no imposible. La participación consciente de la mayoría y un liderazgo efectivo de las instituciones son imprescindibles para sobreponernos, tal como hemos hecho ante la amenaza sanitaria.