No olvidar la importancia del autocuidado

“Eliminado el uso del nasobuco...”, “a partir de ahora no lavo uno más”, “lo usaré durante un tiempito”, expresiones como estas hemos escuchado o visto entre las primeras reacciones tras ser anunciado un nuevo protocolo de enfrentamiento a la COVID-19 durante la reunión del Grupo Temporal de Trabajo del Gobierno, ratificado durante la comparecencia televisiva del Ministro de Salud Pública, Doctor José Ángel Portal Miranda.

La pelota queda desde este 31 de mayo completamente en terreno de todos, en el de usted, el mío, él o ella, el de todos. Eso quiere decir que seremos responsables de nuestra protección y la de nuestros seres queridos. Si antes conscientemente debimos usar la mascarilla de forma permanente porque las circunstancias así lo requerían, ya no será igual y cada cual deberá valorar en qué momento usa el nasobuco y cuándo no. Usted decide.

Hemos llegado hasta aquí y lo sabemos, gracias a las medidas puestas en marcha por nuestro Gobierno, y particularmente, por las proezas de nuestras vacunas que fortalecieron la inmunidad que se refleja en varias semanas consecutivas disminuyendo las cifras de contagios y de fallecidos por la enfermedad.

El escenario epidemiológico es totalmente diferente, y el reto es hacer sostenibles los resultados. La protección del nasobuco también nos trajo hasta aquí, por lo tanto su uso o no en momentos puntuales dependerá de la experiencia vivida y los resultados que nos ha aportado.

Después de más de dos años de uso permanente de la conocida mascarilla, se flexibiliza el carácter obligatorio de su uso, aunque sabemos que existen espacios cerrados y complejos donde de forma natural las personas no lo desecharán.

Hay enseñanzas y aprendizajes suficientes, información sobre cómo actuar mejor y más seguro ante determinadas circunstancias, todo ello deberá contribuir a mantener una calidad de vida que acompañe al impacto de nuestras vacunas para continuar disfrutando de bajos índices de contagios con la enfermedad que resulta al final, el objetivo más importante.

Sin confiarnos, la medida adoptada nos sitúa en el camino de no olvidar la importancia del autocuidado.