No me asombra la gran victoria del judo cubano

No me asombra la gran victoria del judo cubano
Fecha de publicación: 
7 Noviembre 2023
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Lo esperaba. No me asombraron ni me sorprendieron. Por encima de las estadísticas, teorías, pronósticos e intentos de análisis que dejan fuera las cosas del alma, la vergüenza, yo creía- y creo- en la fortaleza verdadera de mis judocas, existentes más allá del tatami en su mayoría. Aquí estamos, dijeron. Más bien, allá vamos.   

Fueron y de qué manera. Basados en su desarrollo científico técnico, la táctica y la estrategia correctas, la buena preparación física y mental, la disciplina..., sembrados en ellos cotidianamente por los entrenadores, esos escultores de sus pupilos en la base o en la altura mayor que no deben amarrarse a lo atlético o fallan. En un mundo lesionado por la codicia, los negocios sin límite, la pasión por el dinero, en fin, la perversidad, andar rodeado de tanto veneno soslayando el antídoto termina mal casi siempre.

Los profesores actuales heredaron con dignidad la labor de un descollante maestro: Ronaldo Veitía. Su grandeza no reside únicamente en las vencedoras forjadas por él, aquel colectivo femenino considerado el mejor del planeta durante varios años, o en la exaltación de su persona al Salón de la Fama Internacional del arte marcial creado por el japonés Jigoro Kano, amén de diversos galardones nacionales e internacionales recibidos.

Formaba a sus pupilas para la vida donde es indispensable saber ipponear aun con calidad suprema, en oportunidades, contra lo peor de uno mismo. Para ello, uno debe adiestrarse. Las supo guiar en esa batalla y todos los combates, con una fusión de rigor y ternura. Cuando algunos lo dañaron y hasta quisieron negarlo en una mezcolanza de envidia y revancha, ¡qué bárbaros!, ¡qué estúpidos!, ellas lo apoyaron. Jubilado, para mí a destiempo, en el municipio de Cotorro siguió enseñando el camino a los niños hasta que los golpes de la salud nos lo llevaron. Pero no hay adiós. En el corazón del alumnado, en especial en el de sus muchachas, ocupa sitio importante, también en el de su pueblo. De allí han sido removidos sus atacadores estén donde estén.

Narraré desde el presente. Cinco doradas encabezan la sabrosa cosecha de la Mayor de las Antillas al enfrentar al poderoso conjunto de Brasil en el cierre del programa de judo de Santiago 2023. Con uno menos y, por tanto un punto en contra, comenzamos abajo. Luego de ese vacío injusto, un revés inesperado nos complica todavía más. Pero una joven muy cercana a la adolescencia no se amilana: Idelannis Gómez nos obsequia con un rápido ippón, de esos que la convirtieron en as panamericana. Ahora incrementa el coraje del colectivo. Levantan. Empate…

Para Andy Granda será difícil el enfrentamiento decisivo. Su rival, el gigante Rafael Da Silva, lo supera en muchísimas libras y pulgadas, es un veterano respetado en el ámbito de este deporte de contacto y se le considera uno de los mejores de su peso en el continente. El antillano resiste sus embates. Lo enfrenta cual si lo envolviera. Sí, lo envuelve con inteligencia. No pierde la paciencia. Lo está desgastando. Da Silva no puede más. Le aplican el tercer shido. ¡Sexta medalla de oro para Cuba y el reinado del tatami de la fiesta americana de 2023! Todo frente a unos contrincantes de enorme calidad, los favoritos brasileños. No pocos se preguntan ¿cómo ha posible?

La mejor respuesta la encontré en un discurso de Fidel pronunciado el 6 de octubre de 1977: “El deporte no solo es técnica ni son condiciones físicas; requiere condiciones morales, condiciones de carácter, condiciones espirituales, porque entre dos atletas que tienen más o menos la misma aptitud física, vence el que tiene más espíritu, más carácter, más voluntad para la preparación, para el entrenamiento, y es capaz de hacer un esfuerzo supremo en el momento de la competencia…”

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