Niños palestinos: el espanto de no ver el próximo día

Cesarán temporalmente los ataques israelíes a la Franja de Gaza a partir de este viernes, pero cientos de miles de niños palestinos continúan en riesgo de no amanecer al día siguiente.

Solo con leer estas líneas un escalofrío recorre el cuerpo, cómo será entonces con los padres de esas criaturas —si es que están vivos—, y, sobre todo, con los propios niños.

Es probable que muchos de esos menores, en especial los más chiquitos, no comprendan con toda claridad lo incierto de su futuro, pero sí están sintiendo todo el tiempo que les falta lo imprescindible.

No tienen comida, agua potable, atención médica, ni siquiera un techo que les permita percibir cierta protección y amparo, aun cuando exista esta tregua temporal y la liberación de los rehenes acordadas por Israel y Hamas.

En Gaza, no pocos niños llevan su nombre escrito en la mano para ser identificados por si mueren. Foto: EP

Se estima que el 40 por ciento de los muertos en Gaza son niños, y para que esa dantesca cifra no continúe sumando dígitos, la directora ejecutiva de la ONG Save the Children, Inger Ashing, ha difundido un comunicado convocando a alcanzar un alto el fuego duradero por el bien de todos los infantes.

«A los niños se les niega su derecho a la vida y a la salud (…) Proteger los hospitales y entregar suministros médicos que salvan vidas es un deber bajo las leyes de la guerra», ya había advertido Adele Khodr, directora de Unicef para Oriente Medio y Norte de África. 

Y mientras una parte del mundo clama por la sensatez, la paz y la cordura, otros avergüenzan por su escasa condición humana. Es el caso de un exfuncionario del Departamento de Estado de EE.UU., Stuart Seldowitz, quien entre las ofensas que propinó a un vendedor árabe callejero en Nueva York, afirmó que «Si hemos matado a 4 000 niños palestinos, ¿sabes qué? No es suficiente».

A tales extremos llega la xenofobia, el racismo, la sinrazón, que hasta la actriz estadounidense Susan Sarandon, ganadora de un Oscar, fue sancionada por la agencia que le representaba, United Talent Agency, con la suspensión del contrato a raíz de sus pronunciamientos a favor de los palestinos durante un mitin en Nueva York.

Similar suerte ha corrido la también actriz Melissa Barrera, a quien la compañía cinematográfica estadounidense Spyglass Media Group eliminó sorpresivamente del elenco de la franquicia de terror Scream, debido al comentario que la artista hiciera en redes sociales sobre Israel y llamando a un alto el fuego.

En tanto los peores y mejores sentimientos y razones afloran en torno al conflicto, Ashing reitera en su comunicado: «Una pausa de unos días en los combates no mantendrá a los niños a salvo, no podemos permitir que toda una generación se lleve la peor parte de este conflicto mientras el mundo observa…»