Niñez trémula y sola
especiales
Foto: Tomada de Internet.
Como mismo el sistema sanitario y el turismo se han vistos afectados seriamente por la Covid-19 como desde hace décadas no ocurría, aunque no hay esfera exenta del daño, según reconoció el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), esta está experimentando la peor crisis en los 75 años de historia del organismo internacional, por lo cual advierten que si no se cambiara la estrategia a tiempo a nivel global será igual a toda una década perdida para los niños.
De acuerdo con la UNICEF, “en menos de dos años, cien millones de niños más se han sumido en la pobreza, un aumento del 10 por ciento desde 2019”. Es por ello sus especialistas creen que a corto plazo será muy difícil de enmendar el daño. Siendo optimistas y aún sin saber qué rumbo tomará este problema, siguen saliendo variantes, “en el mejor de los casos, se necesitarán entre siete y ocho años para recuperarnos y volver a los niveles de pobreza infantil anteriores a la COVID”.
Noticia que no es nueva a nivel de gobiernos ni de sociedad, puesto que no pocos analistas han abordado el asunto, es cómo la brecha entre los ricos y pobres en estos últimos meses se ha profundizado. “Mientras que los países ricos se están recuperando, los más pobres están llenos de deudas y los avances en materia de desarrollo son cada vez más escasos. Además, la tasa de pobreza sigue aumentando en los países de ingresos bajos y en los países menos adelantados”.
Si bien para los cubanos que vivimos en Cuba, el acceso a la salud, educación, vivienda, alimentación y al agua potable no constituyen dificultades en sí, amén de los problemas internos y el desabastecimiento que sufre el archipiélago, subdesarrollado y bloqueado, el planeta antes de la pandemia ya contaba con la alarmante cifra de mil millones de niños que sufrían de “al menos una privación grave ya que carecían de acceso a alguno de estos derechos”.
La UNICEF considera que “el mundo se encuentra en una encrucijada. Debemos decidir si protegemos y ampliamos los avances conseguidos en materia de derechos de la infancia a lo largo de los años o si sufrimos las consecuencias del retroceso y la pérdida de una década para los niños y los jóvenes de hoy, algo que nos afectará a todos, en todas partes”. No son pocos los infantes que a nivel mundial no regresarán a sus escuelas y verán interrumpidos sus estudios de por vida, otros no tendrán más sus padres y se verán obligados a trabajar antes de tiempo.
Entre las medidas que tiene el organismo internacional para actuar en tiempo y no dejar que los problemas se exacerben destacan: “invertir en protección social, capital humano y gasto público para lograr una recuperación resiliente que incluya a todos, poner fin a la pandemia y revertir el alarmante retroceso en materia de salud y nutrición infantil, reconstruir de manera más sólida garantizando una educación de calidad, protección y buena salud mental para todos los niños y aumentar la capacidad de resiliencia con el fin de mejorar la prevención y la respuesta a crisis y proteger a los niños”.
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