Música para disfrutar… y sanar

“Sin música la vida sería un error”, aseguraba Nietzsche, y en su sentencia parece resumir la gran importancia de la música para la humanidad que, cuando no encuentra palabras, no pocas veces acude a esta maravillosa forma de expresión.

Tan trascendente es, que hoy se celebra el Día Internacional de la Música, efeméride conocida también como Día Internacional del Músico, y que muchos países conmemoran el primer día de octubre.

Los primeros festejos por este día -instituido en conmemoración a la muerte de Santa Cecilia, patrona de los músicos, según la tradición cristiana- tuvieron lugar en Edimburgo, en 1695. Se sumaron luego otras naciones como Alemania, España y Francia.

Foto: Getty Images

Brasil fue el pionero en América Latina, entre los años 1919 y 1920,  en celebrar una fiesta con este motivo.

Algunos sitúan la conmemoración este día y otros el 1ro. de octubre. Es así que en Cuba no han sido pocas las evocaciones a la música al comenzar cada octubre, fecha en ese caso instituida en 1975 por el Consejo Internacional de la Música, pero también los 22 de noviembre ha sido recordada por medios de prensa e instituciones.

De todas formas, no es necesario un día preciso para subrayar la trascendencia de la música en nuestras vidas, que, aún sin proponérselo, van marcadas por determinadas melodías y canciones.

Música y salud, una pareja bien llevada

La música vive junto a nosotros, desde el origen de las religiones, los himnos nacionales, la presentación de equipos deportivos, en ceremonias matrimoniales o luctuosas, para recordar u olvidar, para enamorar, descansar o hacer ejercicios, para despedir el año y darle la bienvenida al que llega…

Es por eso que comprender los efectos de la música y cómo el cerebro humano la percibe ha sido objeto de investigación de neurólogos, psicólogos y otros profesionales. Entre los estudios más recientes sobre el tema se inscribe el dado a conocer en agosto último por la revista Cell Reports acerca del poder curativo  de esta manifestación.

En particular, constataron sus benéficos efectos en pacientes depresivos que habían demostrado resistencia a los tratamientos médicos.

Imagen: tomada de lmneuquen.com

“Este estudio revela que la música induce un triple bloqueo temporal de las oscilaciones neuronales a través de la sincronización auditiva”, explicó Bomin Sun, director del Centro de Neurocirugía Funcional de la Universidad Jiao Tong de Shanghái y principal autor del mencionado estudio.

Otra indagación, dada a conocer en marzo pasado, se concentró en los efectos de la música en vivo contrastándolos con la grabada.  Sascha Frühholz, profesor de la Unidad de Neurociencia de la universidad de Zurich y autor principal, abundó en la singular sincronía y comunión que surge entre los músicos y los asistentes a su interpretación, al punto de que en grandes presentaciones se llegan a homogeneizar los sentimientos y casi se comporta el público como un solo oyente.

Foto: tomada de istockphoto.com

Sobre los efectos de la música sobre la tercera edad tampoco han faltado estudios en los últimos tiempos, como la encuesta realizada por Universidad de Michigan, que constató cómo 9 de cada 10 adultos mayores por ellos interrogados encontraba en la música algo muy importante para su vida, lo mismo en lo referido a la salud física que a la mental.

Imagen: captura de pantalla YouTube
 

El Dr. Joel Howell, profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad de Michigan y uno de quienes trabajaron en la encuesta, aseguró que la música puede beneficiar a una variedad de dolencias relacionadas con el envejecimiento.

En general, ha quedado evidenciado que la música tiende a mejorar el bienestar emocional, reduce la depresión y la ansiedad. A la vez, escucharla activa áreas del cerebro relacionadas con la emoción y la memoria, lo cual no solo  puede mejorar el estado de ánimo sino también la creatividad. Se añaden a ello sus positivos efectos en la reducción del estrés y en el alivio de dolores físicos.

Foto: Depositphotos

Sin dudas, basta con sentirla, con dejar que nos inunde borrando relojes, para comprender que "La música es una revelación mayor que toda la sabiduría y la filosofía", lo dijo Beethoven.