El presidente de Venezuela reitera que la guerra de Israel en Gaza es un negocio de EE. UU., que vende sus armas a costa de la sangre de los palestinos.

Durante su programa de televisión Con Maduro + el lunes, Nicolás Maduro aseveró que la guerra en la Franja de Gaza “es un negocio más diabólico, sangriento y perverso” que nunca ha sido presenciado en la historia.

El presidente venezolano ha dejado claro que este negocio se hace “con la sangre, con la sangre de los niños palestinos, de las mujeres palestinas, de los viejos palestinos, del pueblo palestino”, denunciando que las empresas armamentísticas, sobre todo de Estados Unidos venden las armas al régimen israelí para matar.

“La voz del mundo no puede callar, no podemos callar ante un crimen como esto; que las grandes empresas armamentistas, sobre todo de Estados Unidos, estén facturando en dos meses 32 000 millones de dólares a costa de qué, de la sangre, de la muerte, de la destrucción, del exterminio, del genocidio”, criticó.

Según Maduro, “la guerra de genocidio, de razia, la guerra del exterminio de Israel contra el pueblo palestino solamente nos hace recordar los peores crímenes de la época de Hitler (el líder de la Alemania nazi)”.

Y preguntó al mundo que hasta cuándo quiere callar ante este genocidio y la barbarie de los imperios en Palestina.

Tras haber sufrido una derrota sin precedentes en la operación potente palestina Tormenta de Al-Aqsa, Israel lanzó una guerra contra la poblacion de la Franja de Gaza el 7 de octubre, que ha dejado más de 18 205 palestinos muertos, la mayoría niños y mujeres.

Desde el principio de los ataques de Israel a la Franja de Gaza, EE.UU. ha apoyado abiertamente a Israel y enviado todo tipo de municiones para lanzar bombardeos contra los civiles en el enclave costero. Es más, en distintas ocasiones ha vetado los intentos por llegar a una tregua.

Israel ha incrementado sus bombardeos en toda la Franja de Gaza desde el 8 de diciembre, cuando Estados Unidos volvió a vetar otra resolución del Consejo de Seguridad, que pedía un cese al fuego inmediato en el enclave costero palestino.