Los niños aprenden menos en el mundo

Los niños aprenden menos en el mundo
Fecha de publicación: 
18 Mayo 2022
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Foto: notiamerica.com

Aun antes de que la pandemia asomara su malsano hocico en el mundo, ya existían inquietudes sobre cuánto en verdad estaban aprendiendo los niños a instancia global. 

Hace poco más de un mes, el Fondo de Naciones Unidas para la infancia (Unicef) dio a conocer un estudio donde se ratifica que una buena parte de los niños se ha retrasado en dominar las habilidades básicas para la lectura y la aritmética.

Se trata de una investigación que abarcó a 32 países y territorios de ingresos bajos y medianos y que se proponía indagar en las perspectivas de equidad en el aprendizaje asociadas a la crisis sanitaria, profundizando en los más vulnerables.


Foto: tomada de unicef.org/lac

Los resultados evidencian que en la mitad de los países analizados, menos de la tercera parte de los niños que hoy cursan el tercer grado cuenta con las habilidades básicas para leer, y solo el 18% tiene esas habilidades para la Aritmética. En África subsahariana se concentran las estadísticas más alarmantes.

Sin dudas, la interrupción ocurrida en el proceso docente en gran parte del planeta a causa de la COVID-19 tributó de un modo significativo a las dificultades que ya se percibían en el aprendizaje. Tanto es así, que al terminar el primer trimestre de este año, todavía en 23 países no habían vuelto a su ritmo normal las escuelas, afectando a 405 millones de alumnos.

La investigación realizada por Unicef no se limitó a determinar cuánto aprendían los niños, sino dónde y por qué aprendían menos. 

Sus indagaciones revelan que «cuando se analizan los factores que impiden el logro de las habilidades de aprendizaje fundamentales, la pobreza es el más llamativo».

Al detenerse, en el caso del aprendizaje de la lectura en particular, detectaron que un niño ubicado en el indicador más bajo de riqueza tiene un 16% de probabilidades menos de aprender a leer que aquel situado en el más alto indicador de riqueza. 

En ello influyen a la vez determinantes como el género, la residencia en lugares urbanos o rurales, la participación de los padres en su educación y el entorno hogareño, entre otros.

Para la Aritmética, la diferencia de posibilidades de aprendizaje es de un 9% entre niños ricos y pobres.

Esa entidad de las Naciones Unidas asegura que «el ritmo actual de aprendizaje es tan lento, que la mayoría de los niños en edad escolar tardarían un promedio de siete años en aprender las habilidades básicas de lectura que deberían haber sido adquiridas en dos años, y 11 años para aprender las habilidades básicas de Aritmética».


Foto: tomada de cdc.gov

Los niños pequeños, indica el estudio, corren el riesgo de una pérdida de aprendizaje más sustancial y sostenida que los niños mayores. 

En consecuencia, Unicef subraya que es urgente redoblar esfuerzos a nivel planetario para compensar estos retrocesos. Aseguran que «si se introducen estrategias efectivas de recuperación del aprendizaje, se puede esperar que tanto los niños pequeños como los mayores recuperen casi todo lo perdido para cuando lleguen al noveno grado».

El informe indica que 147 millones de niños y niñas han perdido más de la mitad de la educación presencial en los últimos dos años.

«Esta desigualdad creciente en el acceso al aprendizaje puede hacer que la educación se convierta en el mayor factor de división, en lugar de ser el mejor instrumento para la igualdad. Cuando el mundo no consigue educar a sus niños, todos sufrimos las consecuencias», asegura Catherine Russell, directora ejecutiva de Unicef.

Los escolares cubanos

A mediados del mes pasado, la representante de Unicef en Cuba, Alejandra Trossero, destacó la  importancia de visibilizar las buenas prácticas generadas por Cuba en la educación en los dos últimos años.


Foto: Ariel Ley Royero / ACN

Así comentó durante un encuentro con la ministra de Educación, Ena Elsa Velázquez Cobiella, en el que también reconoció la labor conjunta desarrollada en las multiplataformas digitales durante la etapa más crítica de la pandemia con vistas a apoyar a familias y cuidadores, incluyendo a padres y madres de menores con discapacidad intelectual y/o autismo.

Con respecto al empleo de las tecnologías en el ámbito escolar, Trossero subrayó el papel de las escuelas como puerta de entrada a esas posibilidades, y también sus misiones en la gestión local.

Durante la más reciente edición de la Feria del Libro en Cuba, también la subdirectora general de Educación de la Unesco, Stefania Giannini, había comentado que los logros de Cuba en el ámbito educacional se deben a la prioridad que otorga el Estado a la preservación de las políticas universales de igualdad de acceso y de oportunidades a la educación, refrendadas en la Constitución.

Asimismo, al referirse a las oportunidades de la transformación digital en la esfera educativa, comentó cómo, también con apoyo de la Unesco, las instituciones nacionales desarrollaron recursos para garantizar la continuidad del aprendizaje durante la crisis de la COVID-19.

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