LA FOTO: Tenerla difícil

Hay quien quiere ser tan longevo como una tortuga e ignora que pocas, muy pocas, poquísimas tortugas llegan a viejas. Las estadísticas son abrumadoras: se calcula que solo una entre mil alcanza la edad adulta. Es más, muchas de ellas perecen antes de llegar al mar abierto. Y una vez en el agua, tampoco están a salvo, pues suelen ser víctimas de gaviotas y otros depredadores.

Así que la tortuga que alcanza su madurez es, con toda certeza, una sobreviviente, una heroína.

La pequeña tortuga de la foto ha vencido el primer gran obstáculo de su vida. Pero el porvenir es incierto. Acechan los enemigos naturales, pero también un fenómeno extraordinariamente letal: la contaminación originada por el hombre. No pocas especies están en peligro y las campañas de protección no resultan del todo eficaces.

La longevidad de algunas tortugas es, en todo caso, un desafío a las variables. La reafirmación de un empeño titánico. Metáfora de la persistencia.