Judo femenino cubano: Recta final a Tokio en voz de Arencibia

Budapest, una ciudad que se le antoja agraciada al judo femenino. Por ejemplo allí Kaliema Antomarchi (78 kg) consiguió su primer metal individual en un Mundial, bronce en 2017; y por estos días la capital húngara será sede de otro certamen del orbe, último evento punteable previo al cierre del ranking de clasificación olímpica.

Es por eso que una avalancha de 686 atletas de 128 países confirmaron presencia, únicamente superada por las 138 naciones que pugnaron en la edición  2007.

Nuestros ocho legionarios sabedores de que un rendimiento decoroso los pudiera reafirmar o insertar en zona de clasificación, ya se encuentran en la capital húngara, luego de intentar alcanzar niveles óptimos en una especie de burbuja de poco más de tres semanas que patentaron en sus cuarteles generales del Cerro Pelado.

A propósito, el entrrenador principal de la escuadra femenina, el otrora estelar Yordanis Arencibia, dialogó con CubaSí justo antes de ir al quirófano por una lesión en el hombro, y de la partida de sus pupilas:

Teniendo en cuenta la tensa situación epidemiológica enfrentada por el coronavirus, y las múltiples afectaciones, ¿cómo valora esta segunda etapa de preparación y gira europea?

“La gira tuvo varias complicaciones y apenas pudimos competir. Luego acá en el Cerro Pelado se ha entrenado fuerte y se han acercado gracias a la burbuja a los niveles de preparación deseados.

Hacía tiempo no habíamos podido entrenar de forma continua y constante como tampoco competir. Eso ha favorecido a las atletas, quienes también se encuentran muy bien tanto física como motivacionalmente.

¿Se aprovechó la estancia en el Viejo Continente, a pesar de los contagios de las chicas?

“No pudimos aprovecharlos al máximo, pudimos entrenar en el de Tbilisi, Georgia, que era de 15 días. No lo pudimos terminar, pues se contagiaron dos muchachas y automáticamente aislan a todo el colectivo, como apenas tampoco el de Turquía. De ahí incursionamos en el Campeonato Panamericano de Guadalajara, pero solo con dos de nuestras cuatro candidatas, producto de las afectaciones que vivimos”.

¿Idalys cómo se encuentra teniendo en cuenta todas las situaciones enfrentadas, primero el tema de su papá y luego la Covid-19?

“Cuando se dio lo de su papá estábamos en la base de entrenamiento en Cienfuegos. Fue un golpe duro, pero lo superó rápido. Ella es una deportista sumamente fuerte psicológicamente, digna de admirar y con una enorme capacidad para reponerse ante las adversidades.

Pese a a todas esas interrupciones la ruta competitiva estaba bien trazada. No se pudo cumplir, pero en Catar no le fue bien. Ese ha sido su único termómetro competitivo, pero estoy convencido de que ahora le irá mejor.

Teniendo en cuenta su maestría y el aprovechamiento al 100% de la burbuja, sus resultados deben cambiar, independientemente de que será un Mundial muy duro y en su división hay cinco-seis judfocas, incluida ella, con nivel bien alto”.

Budapest es el termómetro más fiel ante de Tokio. ¿Cómo proyecta un rendimiento posible de sus alumnas?

“Teniendo en cuenta su elevado estado anímico y el aprovecamiento muy elevado de esta última etapa, pueden competir muy bien. Están bastante enfocadas e individualmente conscientes cada una de sus objetivos.

Hay tres en zonas de clasificación y será importante para ellas ir venciendo combate a combate, para tratar de acumular la mayor cantidad de puntos posibles para ascender o mantenerse en puestos de privilegio en el ranking.

Será posiblemente más duro que Tokio, dada la posibilidad de inscribir a dos judocas por categoría y la fuerza de muchas naciones.

De ellas, Arnaes odelín (57kg) será la que lo tenga un poco más complicado. En el Panamericano se impuso y logró sus 700 puntos, un torneo muy bueno para ella, pero ahora en el mundial será mucho más complejo el escenario, y en esa categoría hay mucha paridad y rivalidad, con atletas entre las 50 primeras del ranking que pueden sacarle un susto a cualquiera.

Si no pudiera quedar entre las siete primeras, posiciones que más unidades aportan, entonces apostaríamos porque accediera a una de las cuotas continentales”.

Su presencia sería crucial para completar el equipo mixto…

“Exactamente. Ese es uno de los objetivos que nos hemos trazado durante todo el ciclo. Contar con un equipo mixto en Tokio, y para ello los 57 kg son una división clave. La experiencia en el Mundial de Tokio 2019, nos dio al traste no haber tenido representante natural en ese peso y caímos en semifinales con Francia”.

¿Considera que con este pequeño grupo pudiera mantenerse la tradición del judo femenino cubano en la escena olímpica?

“Ellas son guerreras. Con todas las dificultades que hemos tenido, hemos conversado mucho con ellas y saben que se trata de pelear y no rendirse ante ningún obstáculo. Es una estrategia trazada y el trabajo de todo un ciclo.

Falta poco y trataremos de llegar en la mejor forma posible a los Juegos Olímpicos”.

Acciones continuadas y trabajo en el newaza, ¿continúan siendo el talón de Aquiles de nuestro judo? ¿Los esfuerzos en ese sentido?

“Nosotros hemos trabajado en las dos posiciones, tanto en el tachi-waza como en el newaza, en correspondencia con las características de cada competidora, tanto nuestra como posibles contrarias.

En el newaza siemrpe se nos ha achacado esa debilidad. Es real de que no somos fuerte definiendo en el tapiz. Ha habido una tradición del judo cubano en general, excepto aquel gran equipo de finales de los 90 y principios de los 2000, que eran muy trabajadoras en esa posición, de ser más efectivo en el combate de pie.

Ahora, no hemos dejado de trabajar en el newaza y se ha convertido en una de nuestras prioridades. Lo tenemos incorporado de manera permanente en todas nuestras sesiones, cuando hacemos randoris y le explicamos mucho a nuestras atletas que con el nivel que poseen, la maestría de un grupo de técnicas en el tachi-waza, entonces debemos hacer hincapié en el newaza.

No podemos dejar que nos agarren o entregar pleitos en esa posición y en los últimos tiempos, menos peleas se han definido en contra de nosotros a ras del tapiz. Por eso intentamos que ganen en efectividad en las llamadas técnicas de luxación, estrangulación e inmovilización”.
 

La responsabilidad de ser entrenador principal luego de haber sido un gran atleta. ¿Qué se le da mejor a Arencibia?

“Ha sido una experiencia muy bonita. Hay muchas diferencias entre un atleta y un entrenador, desde la responsabilidad hasta el pensamiento.

Ha sido bien interesante. Enfocados en aprender cada día más junto a las muchachas, imprimiéndole esa mentalidad positiva, reflejo de anécdotas y experiencias en mi época de competidor.

Se trata de superarnos juntos.

Y prefiero las dos, son diversas etapas que nos toca asumir en nuestras vidas, transmitirles todo lo aprendido, y enfocarnos de conjunto unos y otros”, sentenció el otrora estelar judoca, doble medallista bajo los cinco aros y quien igualmente era mejor en el Tachi-waza.

Una anécdota: “En Sydney 2000 perdí un combate importante en el newaza y saqué la experiencia. A partir de ahí más nunca en mi vida cedí un duelo en esa posición en torneos internacionales. Mi estrategia fundamental se basaba en tratar de tirar a mis oponentes para no llegar a esa posición, definir arriba y no llegar al tatami. Luego, de caer en el suelo,los trabajos que hacía tanto ewn defensa como a la ofensiva me permitieron no sucumbir más en esa posición”.

¿Qué le sucedió en el hombro?

“Entrenando con las muchachas y apoyándonos dada la concentración tan mínima de Ukes disponibles me puse a entrenar con idalys y una proyección que me hizo, caí de hombro mal y se me luxó y fracturó el hombro. En este caso irá Borgoña al frente del colectivo técnico, pero tengo la confianza en que saldrán a hacerlo lo mejor posible”.

Breve panorama

La cita universal de Budapest marcará el límite para decidir a los 18 exponentes que entrarán en cada una de las14 categorías de manera directa a Tokio. Además se otorgarán 100 cuotas continentales, es decir 352 por puntos de los 386 que pugnarán. Los restantes 34 se concederán a razón de 14 del país sede, y 20 invitaciones.

Esa será la realidad en la Arena Laszlo Papp en individuales, donde el próximo 13 caerá el telón con la lid por elencos mixta. 

Cerramos con la ubicación actual de las nuestras en el ranking olímpico de sus respectivas divisiones y algunos detalles:

Arnaes Odelín (57kg): A sus 23 abriles Arnaes aún no atesora ningún podio en Grand Slam o Grand Prix del circuito World Tour. Sí un oro y un bronce en lides continentales de la disciplina. Del 2019 a la fecha atesora idénticos 9-9 en lides de rigor y actualmente se coloca en el puesto 47-1 049 puntos de su escalafón divisional.

Maylin del Toro (63 kg): En el presente 2021 la santiaguera solo acumula su quinto escaño del Másters de Doha, casi iniciando la temporada. Antes había cerrado el 2020 con su bronce en Dusseldorf. En su carrera trabaja para 73-41 en balance de victorias y derrotas a un elevado nivel internacional, para un 64% de acierto. Habrá que ver cómo se presenta y el pareo, pues aparece en el puesto 11 del escalafón (4 218 unidades), tomando en cuenta que apenas ha competido en el año.

Kaliema antomarchi (78 kg): Nueve preseas atesora Kaliema en el World Tour a lo largo de su carrera. Con 33 años es la más experimentada de la escuadra, y del 2006 a la fecha en la arena foránea su saldo es de 84-60, para un 58.3% según el sitio especializado www.judoinside.com.

Su más reciente performance fue plata en el Panamericano del deporte. Con esa tajada se ubica 9na del ranking gracias a 4562 rayas en feudo de la durísima francesa Madeleine Malonga (8 059).

Idalys Ortiz (+78kg): poco hay que decir de idalys, una de las judocas antillanas más laureadas de todos los tiempos. Imaginen que posee ocho preseas en certámenes del orbe. A sus 31 abriles Ortiz ansía despedirse por todo lo alto y afortunadamente, pese a apenas confrontar en la campaña, mantiene su puesto cimero en el ranking (7 118 ptos), lo cual le aseguraría casi seguro una siembra tanto en el mundial como en Tokio.

Claro, acá hay un grupoo de judocas muy fuertes como la nipona Akira Sone (3ra-6 550), y la fenomenal francesa Romane Dicko (4ta-6 200), imbatible en lo que va de año.