Jefa de Inteligencia admite política de EE.UU. de cambiar regímenes en mundo
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La directora de Inteligencia Nacional de EE.UU., Tulsi Gabbard, ofrece un discurso en el Diálogo de Manama, celebrada en Baréin, 31 de octubre de 2025. Foto: AA
La directora de Inteligencia Nacional de Estados Unidos, Tulsi Gabbard, dijo el viernes en su intervención en el Diálogo de Manama, una cumbre anual sobre seguridad celebrada en Baréin, que la política exterior de su país basada en derrocar gobiernos e imponer regímenes afines en otros países había provocado un gran número de víctimas en todo el mundo.
“La antigua forma de pensar de Washington es algo que esperamos que haya quedado atrás y [es] algo que nos ha frenado durante demasiado tiempo. Durante décadas, nuestra política exterior ha estado atrapada en un ciclo contraproducente e interminable de cambio de regímenes o construcción de naciones”, manifestó Gabbard.
Detalló que esa estrategia “consistía en derrocar regímenes, intentar imponer nuestro sistema de gobierno a otros, intervenir en conflictos que apenas se comprendían y salir con más enemigos que aliados”.
Admitió que esta estrategia solo tenía consecuencias malas para el país, ya que “se gastaban billones, se perdían innumerables vidas y, en muchos casos, se creaban mayores amenazas a la seguridad”.
Sin embargo, Gabbard destacó que el actual presidente estadounidense, Donald Trump, no usará esta estrategia, afirmando que “fue elegido por el pueblo estadounidense para poner fin a esto”.
El magnate neoyorquino llegó al poder en enero con la promesa de poner fin a conflictos en curso en el mundo, entre ellas las guerras en Ucrania y la Franja de Gaza. Pese a haber logrado un alto el fuego en el enclave costero palestino, la paz en Gaza parece un objetivo difícil de alcanzar debido a las repetidas violaciones de la tregua por Israel, apoyadas ampliamente por el mandatario republicano.
Trump ha dado además pasos en otros puntos del globo que ha escalado tensiones, preparando el terreno para una intervención militar directa de Washington.
En Venezuela, por ejemplo, las acciones militares de Estados Unidos contra barcos acusados de “traficar drogas procedentes del país bolivariano”, han socavado la paz y la estabilidad en Latinoamérica. Caracas cuestiona el verdadero objetivo de la campaña antidroga de EE.UU., advirtiendo sobre intentos de Washington de derrocar al gobierno de Nicolás Maduro y sustituirlo con un régimen “títere”.
“La verdad es que Venezuela es inocente, y todo lo que se está haciendo contra Venezuela es para justificar una guerra, un cambio de régimen y robarnos la inmensa riqueza petrolera, que es la principal reserva petrolera y la cuarta reserva de gas del mundo”, manifestó esta semana Maduro.
La Administración Trump también recurrió a la infundada “amenaza nuclear” iraní en junio para unirse a agresiones israelíes contra el territorio iraní. La guerra de 12 días, que terminó el 24 de junio, pretendía, según autoridades iraníes, fomentar un conflicto interno y derrocar el Sistema de la República Islámica, un objetivo que nunca se materializó debido a la unidad nacional de Irán.
Por tanto, pese a las afirmaciones de la directora de Inteligencia Nacional estadounidense, la estrategia de “cambio de gobiernos” sigue siendo la piedra angular de la política exterior de la Casa Blanca y jamás ha quedado atrás.












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