Idalys, lo mejor del judo cubano en 2021

Idalys, lo mejor del judo cubano en 2021
Fecha de publicación: 
28 Diciembre 2021
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Su medalla de plata en Tokio 2020 la consagró entre las mejores de todos los tiempos en ese deporte. Foto: Roberto Morejón

 Si algo distinguió al judo cubano en el año que finaliza fue de nuevo la actuación de la artemiseña Idalys Ortiz con su medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.

En medio de una preparación con muchas irregularidades debido a la covid-19, ausencias a varios eventos y problemas personales, Ortiz sacó la cara por esta disciplina en el país que le vio nacer.

A poco de cumplir los 32 años de edad se consagró en el Nippon Budokan como la cubana con mejores resultados en lides bajo los cinco aros, al ganar su cuarta medalla (una de oro, dos de plata y una de bronce) en igual número de asistencias desde Pekín 2008.

Por cierto, esa presea extendió a ocho la citas de este tipo en que féminas de la Isla suben al podio de la división más pesada, pues le antecedieron otras grandes como Estela Rodríguez (plata en Barcelona 1992 y Atlanta 1996 en +72 kg) y Daima Beltrán (plata en Sídney 2000 y Atenas 2004 en +78 kg).

Aunque la carrera de Ortiz no ha acabado y puede llegar a la edición de París 2024, ya forma parte de la lista de más laureadas en la historia olímpica, solo por detrás de la mítica japonesa Ryoko Tani (antes Tamura) con sus cinco metales (2-2-1), e igualada con su compatriota Driulis González (1-1-2) y el francés Teddy Riner(2-0-2).

El principal objetivo de Idalys en 2021 era el podio tokiota y lo logró, como siempre cumpliendo en los principales compromisos.

Además disipó las alarmas encendidas en la ciudad húngara de Budapest algo más de un mes antes, durante el certamen mundial. Allí perdió en semifinales con la japonesa Sarah Asahina y luego en la discusión del bronce con la brasileña María Suelen Altheman, sobre quien llevaba 17 victorias consecutivas.

En la ciudad magyar ella y Maylín del Toro (7ma. en 63 kg) fueron las únicas en ubicarse entre los primeros siete lugares.

Junto a ellas llegaron otros cuatro clasificados a la lid nipona, y aunque las ubicaciones en el ranking llevaron a soñar con otros premios, solo el quinto lugar de la igualmente experimentada Kaliema Antomarchi (78 kg) dejó un buen sabor.

Fue un año atípico también en lo nacional, sin los tradicionales torneos escolares, juveniles y de mayores. Sin embargo, como colofón estuvo la intervención de seis competidores en los I Juegos Panamericanos Júnior de Cali, donde dos se alzaron con premios dorados.

Cuba no pudo participar en el certamen clasificatorio debido al contagio de covid-19 de varios de sus 14 aspirantes y solo después recibió seis plazas por invitaciones.

Del sexteto los más destacados fueron Thalía Nariño (+78 kg) y Omar Cruz (+100 kg), ganadores de oro. Los restantes también subieron al podio y se adjudicaron el bronce por equipos mixtos.

En el apartado para personas con discapacidad, la cita paralímpica en la capital de Japón no fue de muchas celebraciones, pues por primera vez desde Sídney 2000 las escuadras cubanas no alcanzaron preseas.

Solo dos parajudocas pudieron asistir al torneo masculino: Yordani Fernández acabó quinto en +100 kg y Gerardo Rodríguez séptimo en 81 kg.

Los retos para 2022, en el caso de los convencionales, estarán en la acumulación de puntos para el ranking clasificatorio a la cita estival parisina mediante la participación en eventos de categoría grand slam y grand prix, además del campeonato mundial pactado para Taskent, en Uzbekistán, en agosto.

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