Hoteles como centros de aislamiento

 En Cuba se han dispuesto una veintena de hoteles, la mayoría en La Habana, como centros donde los viajeros llegados desde el extranjero pagan un paquete de aislamiento para confirmar que no están contagiados con el nuevo coronavirus.

En esas instalaciones permanecen aislados cinco noches hasta conocer los resultados de la prueba de PCR que se les realiza en el aeropuerto y de otra que se les hace en el hotel, donde además tienen control sanitario diario, pues en todos se mantienen un médico y un enfermero, quienes dos veces al día examinan al personal.

Es un poco estresante estar encerrado, pero entiendo que es el protocolo sanitario para protegernos a nosotros y a los demás, dice en el Hotel NH Capri el pinareño Yosvany Barrios, quien vive en Estados Unidos y viajó para estar unos días con su esposa, embarazada de cuatro meses.

Estrecha vigilancia sanitaria

La restricción de movimiento de los viajeros en los hoteles evita el contacto entre las personas y por tanto la transmisión, señala el doctor Juan Carlos Vidaud, un intensivista que trabaja habitualmente en un hospital habanero, pero que con la llegada de la pandemia ha sido destinado a la vigilancia sanitaria en el Hotel NH Capri, donde permanecen poco más de cien personas.

Durante un mes y medio, Vidaud ha atendido a más de 200 viajeros alojados en el hotel y explica que apenas cuatro han resultado positivos a la Covid-19, lo que ha activado un riguroso plan de emergencia para trasladarlos a los hospitales donde recibieron de inmediato atención médica especializada.

Es la confirmación de que las medidas sanitarias cubanas al mismo tiempo que conservan la actividad hotelera, ayudan a preservar la vida.