El ruido enferma

El ruido enferma
Fecha de publicación: 
26 Abril 2023
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Imagen tomada de Internet

A esas personas que escuchan la música demasiado alta, que frecuentemente ponen bafles enormes en aceras o balcones con el volumen al máximo rompiendo sonómetros y haciendo temblar las copas de la vidriera, o a quienes van en auto o moto eléctrica compartiendo decibeles (dB) a riesgo de no escuchar su propio claxon, incluso para aquellos que usan audífonos por encima de los 85 dB creyendo que si no molestan a los demás todo estará bien, este texto es para ustedes. También para quienes que por sus oficios trabajan en escenarios ruidosos.

Las ciudades son cada vez más escandalosas. El tránsito, las industrias, los eventos de ocio multitudinarios, los trabajos de construcción, incluso los vendedores ambulantes, todo genera algarabía. Estamos sometidos a gran cantidad de estorbos sonoros, al punto de ser casi imposible encontrar tranquilidad durante el día, y esto nos afecta. También es un tema cultural. Muchos individuos no saben hablar si no es a gritos.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que alrededor del 80% de los citadinos sufren de un impacto acústico superior al recomendado. Es decir, suman millones la cantidad de habitantes que a diario conviven con ruidos superiores a los 65 dB.

EL SENTIDO

La audición es uno de los sentidos más importantes. Nos ayuda a comunicarnos, e igualmente interviene en nuestra capacidad de orientación. Una buena salud auditiva nos garantizará una vida plena.

Tengamos en cuenta que podemos percibir sonidos desde antes de nacer, por ello a las gestantes les recomiendan hablarle al futuro bebé en su vientre, porque así la conexión será tal, que cuando nazca podrá reconocer su voz. Incluso les sugieren ponerle música barroca para estimular emociones y calmarlo. O sea, se trata de un órgano —el oído— de alta sensibilidad y de uso constante desde antes del alumbramiento.

Gracias al sentido de la audición aprendemos y desarrollamos nuestras facultades, aunque, claro, el lenguaje de señas es alternativa para hipoacúsicos. Sin embargo, es común abusar de los oídos voluntariamente o no.

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A PRUEBA DE TÍMPANOS

Muchas personas se someten constantemente a altos decibeles, y lentamente perjudican su salud auditiva porque sufren lesiones, y se les destruyen, poco a poco, las células del oído interno. Por eso, no pocos de esos que hoy escuchan con frecuencia contenidos muy altos serán en el futuro adultos mayores —quizás antes— con escasa audición. Esto aplica para quien permanece demasiado tiempo con aparatos ruidosos.

A largo plazo los problemas auditivos por exceso de escucha con altos decibeles pueden entorpecer el desarrollo, la comunicación y las actividades cotidianas de cada sujeto. La sordera no es la única consecuencia. Además de afectar la calidad de vida, puede provocar dolor de cabeza, estrés, irritabilidad, hipertensión, insomnio, y taquicardia.

Un entorno con ruido constante no solo altera el sueño, también causa trastornos psicológicos, cardiovasculares, y del sistema inmunológico, así como afecta la memoria, y dificulta el aprendizaje. Esta condición puede ser adquirida a cualquier edad, y los expertos en psicología afirman que, al mismo tiempo, suele sumir en la soledad, el aislamiento y la frustración.

Aunque el exceso de bulla no es la única causa para las deficiencias auditivas porque igual pueden ser por degeneración, un accidente o fuerte golpe, entre otros, es importante saber que sus efectos muchas veces son irreversibles, pero evitables.

UN DÍA PARA LA CONCIENCIA

El último miércoles de cada mes de abril se conmemora el Día internacional de la concientización sobre el ruido. En todo el mundo se realizan actividades para conocer las consecuencias de la sobreexposición al bullicio y promover acciones responsables que contribuyan a crear ambientes sonoros saludables.

El llamado es a tomar medidas individuales y también de modo colectivo, que pueden ser tan simples de implementar como cambiar hábitos disminuyendo el volumen de todos los dispositivos, sobre todo los vinculados a audífonos y bocinas; y si es inevitable permanecer en lugares aglomerados como plaza o discoteca, es recomendable alejarse cuanto se pueda de los altavoces.

Asimismo, ayuda hablar en tono adecuado, y no tocar el claxon de manera indiscriminada al conducir, solo cuando sea preciso. Para las personas que trabajan en contextos ruidosos la sugerencia es usar protección que ayude a disminuir el nivel de ruido y tomar descansos para conservar la calidad auditiva, así como respetar los horarios para no molestar a terceros.

La sociedad también tiene responsabilidad no solo en promover entornos sonoros favorables y en explicar que el ruido constante ocasiona el deterioro progresivo de la salud física y mental, de igual forma debe velar porque los individuos no se extralimiten en sus prácticas cotidianas al punto de generar contaminación acústica.
 

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Comentarios

Pudiera Incluirse como parte del control de ruido, el prohibir ese día al menos los Prego es de tamales y bocaditos de helados en nuestros barrios...no es que los anuncien sino lo seguido y desentonado que lonja en, al punto de molestar a la comunidad sin respetar las molestias constantes, cada 5 segundos, que ocasionan. Gracias.
amieva59@nauta.cu

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