El poder del gato
especiales

Primera fotografía del gato Bender (de la autora) cuando fue adoptado en noviembre de 2020
En el mes de agosto tenemos un día para celebrar al gato. ¡Otro más! Sí, porque también los hay en febrero y octubre. Esto no es casual, el gato es el animal más famoso ahora mismo. Si lo medimos en redes sociales, ofrece de los contenidos más abundantes. Los vemos haciendo monerías, jugando, durmiendo o simplemente: haciendo nada, y de igual forma, nos encanta y son adictivos porque siempre nos sacan una sonrisa.
Los gatos hipnotizan, es innegable su capacidad para engatusar. Quienes compartimos casa con alguno de ellos tenemos la galería del teléfono inundada de fotos y videos, les hablamos con ñoñería o falso carácter —según corresponda— les respondemos cada miau como si adivináramos sus demandas, los mimamos hasta el agobio y a veces nos creemos que son peluches, cojines para abrazar.
¿Qué nos sucede? ¿Por qué ver o interactuar con gatos nos mejora el día? El bienestar que nos produce tiene razón científica, no es ilógico que eleve nuestro estado de ánimo. Resulta que solo observarlos o acariciarlos provoca una reacción física en nuestros cuerpos. De acuerdo con expertos, ante ellos el cerebro humano libera oxitocina, la llamada hormona del amor asociada al apego, la confianza y la mejora emocional.
También las investigaciones demuestran que nos reducen los niveles de cortisol, la hormona del estrés y la ansiedad; al tiempo que estimulan la producción de neurotransmisores clave en la sensación de felicidad: serotonina y dopamina, relacionadas con el humor y el placer. Por tanto no es casual tal efecto relajante.
De igual forma los estudios indican que el ronroneo de los gatos es terapéutico, incluso a nivel físico, no solo mental, debido a la frecuencia de esas vibraciones.
Es cierto el poder del gato, es más que una cara linda. Verlos enajena, nos espantan los pensamientos negativos al menos mientras mantienen nuestra atención. Nos gusta su extrema curiosidad, su dramatismo a veces, su manera de demandar cariño y querer jugar con todo, sus poses divertidas, sus reacciones y mil formas de miaus, su elegancia, sus estados de calma y locura, su compañía sin exigir demasiado.

Fotografía de la gata Leela (de la autora) en noviembre de 2018
Ahora son muy mediáticos, pero siempre causaron ese alboroto en las multitudes, incluso fueron muy venerados por otras culturas como la egipcia. Son protagonistas de muchísimos cuentos y leyendas, de películas, series, y podemos encontrar gran cantidad de obras de arte en su honor. Son famosos, sí.
Sin embargo, también han sido estigmatizados. En ocasiones muchas personas les atribuyen características humanas como la ingratitud y olvidan que hablamos animales, domésticos, pero animales al fin que no conocen de valores y en estado salvaje intentarán sobrevivir y comerán lo sea capaz de encontrar.
El gato negro continúa siendo satanizado, relacionado con el mal y la hechicería. Y aunque es un pensamiento arcaico de hace miles de años —cuando la ignorancia hacía que las masas, guiadas por la iglesia, creyeran en las brujas— todavía en muchos países detienen las adopciones de gatitos negros cerca del mes de octubre porque para Halloween hay rituales que ni quiero mencionar. ¿Quiénes son los salvajes entonces?
También se consideran transmisores de enfermedades, y esto es un error. Ellos, por sí solos, no son portadores de virus ni bacterias que pueden dañarnos. Sí es posible que los adquieran y sirvan de puente, como también otras especies porque lógicamente en el ambiente se encuentra cualquier bicho microscópico. El punto es que un gato doméstico bien cuidado no representará peligro alguno para la salud humana.

Fotografía de Bender en junio de 2025
Según leí, por esta fecha es la época de mayor fertilidad en el hemisferio norte. Motivo por el cual se organizan eventos para elevar la conciencia sobre la esterilización como alternativa para evitar camadas no deseadas y reducir la sobrepoblación, de modo que las calles no estén inundadas de gatos sin hogar, expuestos a maltratos, hambre, enfermedad y una menor esperanza de vida.
No es casual que sean al menos tres días al año para reconocer al gato. Además de ser tan graciosos, de su belleza que ensimisma, de sus características como mascota de compañía, en la actualidad hay mayor empeño para protegerlos. Son muchísimas las campañas para promover adopción y crianza responsables, el control de la reproducción desmedida.
Es muy fácil tener uno. Es cierto que suelen ser bastante asustadizos, pero también destacan por ser tranquilos, silenciosos y apegados a los dueños, contrario a lo que dicen sobre su manera de ser a veces inmutables. Cada uno es distinto y depende de su propia historia de vida, los hechos que le hayan marcado, pero en mi experiencia los gatos son cariñosos, a su forma y medida necesitan sobrada atención de sus humanos.
Tener un gato es una responsabilidad. Decir que se tiene uno y que pase necesidad y se quede solo el día entero o fuera de la casa, así no tiene sentido y no desarrollará ese afecto, como es lógico, sino que será esquivo, además de que puede enfermar más o sufrir accidentes por peleas con otros animales o víctima de maltrato humano.

Fotografía de Leela en 2022












Añadir nuevo comentario