EDITORIAL: El regreso a las aulas

El curso escolar 2021-2022 recomienza este lunes en todas las enseñanzas. Es el regreso a las aulas después de las vacaciones de verano, con la particularidad de que el curso concluirá en noviembre.

El impacto de la pandemia de Covid-19 en la educación es todavía notable, pero la tendencia es a normalizar los ciclos. El próximo curso escolar comienza justamente en noviembre y terminará en julio. En septiembre de 2023 ya se reanudará el programa lectivo normal.

Es evidente que ahora se les exigirá a alumnos y docentes un esfuerzo mayor, para cumplir en menos tiempo los objetivos de cada grado. La planificación se ha adaptado, pero eso no significa que el rigor deba ser menor.

La pausa que impuso la pandemia afectó la calidad de la enseñanza, por más que se buscaran alternativas como las teleclases para paliar en alguna medida las carencias por la falta de clases presenciales.

Ahora que el 56,2 por ciento de los estudiantes cuentan ya con la dosis de refuerzo de las vacunas nacionales contra la Covid-19, urge recuperar el tiempo. La vacunación continuará este mes hasta inmunizar a todos los alumnos.

Las escuelas deberán cumplir las medidas higiénico sanitarias necesarias para prevenir la transmisión de enfermedades.

En una reciente conferencia de prensa, la ministra de Educación, Ena Elsa Velázquez afirmó que la cobertura docente está asegurada en un 97 por ciento, y el resto se cubrirá con el aporte de estudiantes de los años terminales de las 29 escuelas pedagógicas existentes en el país y el apoyo de las universidades.

Informó también 668 centros de enseñanza fueron reparados, y se avanzó en la rehabilitación de 778 con trabajos de pintura, rescate de instalaciones hidro sanitarias, y en algunos se realiza intervenciones capitales, por lo que en los casos necesarios los alumnos recomenzarán el curso en otros locales.

Algo está claro: todos los educandos tendrán su base material de estudio, su aula y sus maestros y profesores.

La situación económica es compleja, pero la educación sigue siendo prioridad. La ministra ha recordado que el Estado destina el 25 por ciento de su presupuesto a esta esfera, y afirmó que el país cuenta con un capital humano que permite enfrentar las obstáculos del momento.

No obstante, el desafío es inmenso. Y la responsabilidad tienen que compartirla la escuela y la familia. El regreso a las aulas debe implicar un compromiso integrador: el futuro está en la educación. Y Cuba tiene el reto de seguir siendo referente en el continente por la calidad de la enseñanza. Nos toca a todos.