Denuncian crueldad sistema de inmigración de Estados Unidos

Denuncian crueldad sistema de inmigración de Estados Unidos
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Fecha de publicación: 
10 Febrero 2022
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Un informe dado a conocer en Nueva York denunció la crueldad del sistema de inmigración de Estados Unidos, el más grande del mundo, y puso de relieve las condiciones inaceptables de los centros de reclusión de ilegales.

El estudio del Proyecto de Defensa del Inmigrante y el Centro de Derechos Constitucionales se basó en entrevistas a expresos y en declaraciones presentadas en procedimientos judiciales para impugnar la detención de solicitantes de asilo durante la crisis de salud por la COVID-19.

El informe se centra en la necesidad urgente no sólo de liberar a los prisioneros sino el fin de un sistema cruel, diseñado para desalentar la voluntad de lucha de la gente y que abandone su propósito de vivir en Estados Unidos.

La investigación destacó la separación de familias, el abuso sexual de niños, histerectomías innecesarias, uso de la fuerza y spray pimienta, insultos racistas, el uso arbitrario y punitivo del confinamiento en solitario, la detención prolongada, traslados sin avisar a abogados o familiares, y negligencia médica que derivó ocasionalmente en muertes.

La pesquisa aseguró que desde el 2003 más de 200 personas han muerto bajo custodia del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos.

El informe señaló también que se detiene gente en celdas extremadamente frías y duermen en el piso con muy poca ropa para protegerse de las bajas temperaturas, y que se les niega habitualmente los servicios de cuidado médico.

El texto recuerda que el hacinamiento, la falta de cuidado médico y las condiciones insalubres exacerbaron la pandemia en los centros de detención y comunidades aledañas, y que al deportar a individuos contagiados se exportó el virus a países como India, Haití, Guatemala o El Salvador.

Durante la pandemia inmigrantes en varios centros se declararon en huelga de hambre para denunciar sus condiciones de encarcelamiento y exigir ser enviados a sus hogares con grilletes electrónicos para evitar el contagio.

La lista de detenidos en estos centros incluye a inmigrantes que buscan asilo, supervivientes de torturas y otros que han vivido por décadas en Estados Unidos sin estatus legal.

También a gente cuyos hijos o esposos son ciudadanos estadounidenses, residentes legales o poseedores de la tarjeta verde, inmigrantes con enfermedades mentales, ancianos e infantes.

El informe del Proyecto de Defensa del Inmigrante y el Centro de Derechos Constitucionales concluye que la crisis en los centros de detención del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas no puede ser resuelta a través de reformas parciales, como poner fin a las prisiones privadas, mejorar las condiciones o someter a más inmigrantes indocumentados a vigilancia electrónica.

El estudio advierte que el nudo del problema es el constante endurecimiento de las políticas de inmigración, por lo que son necesarias soluciones audaces que reconozcan que el sistema de detención no se puede arreglar.

Las reformas parciales por sí solas no serán suficientes para remediar la crueldad de ese sistema, y lo que se requiere en última instancia es una transformación de gran alcance, que apunte a poner fin a la detención como una herramienta del régimen de exclusión de los Estados Unidos, concluye la investigación.

 

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