De la risa a la tristeza, y viceversa

La amistad y las lealtades verdaderas pueden contra todo y no caducan. Muestra de ello, la historia de la película La espuma de los días (2019), ópera prima del cineasta cubano Fernando Timossi, quien fungió también como guionista y director de fotografía.

Al respecto, su productora, Adriana Moya González, conversó en exclusiva para Cubacine sobre interioridades de este filme proyectado en el 41 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano y que, a partir del venidero miércoles 12 de enero y hasta el día 30 del propio mes, volverá a los cines Yara, Acapulco e Infanta, y también al resto del país.

Un cuarteto deshilachado

La espuma de los días cuenta algo que Timossi siempre quiso plasmar en una película. Su argumento fue inscrito y premiado por el Fondo de Fomento de Costa Rica. Luego se comenzó a buscar el financiamiento necesario para hacer el filme hasta que, un buen día, el Ministerio de Cultura de Cuba estuvo de acuerdo con nosotros y nos otorgó los recursos para rodar en coproducción con RTV Comercial, empresa y entidad productora del ICRT.

En la historia en cuestión cuatro amigos de toda la vida: el Loquito, el Bruto, el Elegante y el Filósofo, forman un cuarteto deshilachado… si se quiere. Y es que estos hombres, quienes han sido mejores amigos desde la infancia y cuya amistad ha soportado el estrés de doblarse al punto de la ruptura por la tragedia y el tiempo, poseen un vínculo inusualmente fuerte entre ellos. Viven en Casablanca, vecindario al otro lado de la bahía de La Habana, y desde allí nos muestran sus vidas llenas de conflictos.

La espuma de los días narra, además, una historia de lealtades contextualizada en la realidad cubana, no en lo marginal, pero sí en la periferia de esta ciudad. Aborda lo complicado que es vivir aquítodos los días.

No obstante, la amistad de estos muchachos sobrevive en cualquier lugar y situación. Ellos se protegen los unos a los otros y lo hacen desde el amor y la lealtad que se profesan, sin importar las diferencias que existen entre ellos.

El elenco

La película se filmó en 2012, estuvo detenida por múltiples factores ajenos a nuestra voluntad y pudimos concluirla hace dos años. En dicho largo, encarnan los roles protagónicos Lieter Ledesma, Hugo Reyes, Frank Egusquiza y el popular actor argentino Gastón Pauls.

A este último lo conocí, mediante una amiga, hace años en un festival, y desde entonces se comprometió a trabajar conmigo. Por eso, cuando tuvimos esta trama me comuniqué con él, le envié el guion y accedió. Todo fluyó muy bien, gracias a Dios.

Gastón interpretó el personaje del Loquito, una persona con necesidades especiales que no habla bien, así que tuvo que entrenarse para mostrar ese trastorno mental.De hecho, Timossi hasta le grabó parlamentos para que estudiase desde Argentina cómo hablar.

En fin, que el comportamiento durante las ocho semanas de rodaje fue maravilloso, desde el principio. Era como si los personajes perteneciesen a la vida real.

Telepatía al trabajar

Fernando y yo tenemos telepatía a la hora de trabajar. Desde la claridad o la certeza de la obra fílmica que quiere realizar, él es muy receptivo a muchas cosas, como recibir aportes y criterios. A su vez, el equipo con el cual trabajamos (entre especialistas, luces, sonido, cámaras, etc.) viene con nosotros desde hace mucho tiempo y nos entendemos a la perfección, nos conocemos y solo basta mirarnos.

Todo ello se refleja en 108 minutos que estuvieron acompañados por la versión de Silvio Rodríguez a una canción de Luis Eduardo Aute: Me va la vida en ello. Y es que ambos nos cedieron los derechos del tema para utilizarlo en La espuma de los días.