Cuba: un turismo de paz, un destino seguro
Convendría no perder de vista ciertas coincidencias, de ningún modo casuales: los que aprovechan cualquier accidente para intentar desacreditar a Cuba como destino turístico, son en buena medida los mismos los que han defendido la aplicación de fuertes medidas de presión para provocar la fractura de un sistema social y político. De sobra saben que la confrontación directa no es un camino viable: pretenden socavar las bases mismas de un proyecto, confiados en que el paulatino desmoronamiento de una economía conducirá al fracaso general de un modelo político.
El "pragmatismo" de ciertos sectores que adversan a la Revolución va de la mano de su falta de escrúpulos. Ha llegado al punto de utilizar el dolor de un pueblo ante el doloroso accidente del hotel Saratoga en sus campañas contra el turismo aquí. Ensucian la imagen del país, difundiendo la idea de que Cuba es un destino inseguro para los visitantes.
Son los mismos que quieren estrangular la economía nacional, sin reparar en los efectos que tal acto pueda causar en la ciudadanía. Son los mismos que torpedean cualquier intento de acercamiento entre Cuba y los Estados Unidos. Los que persiguen a los que quieren negociar o invertir aquí; o a los que sencillamente quieren venir a conocer una realidad de primera mano.
Les molesta el dinamismo del turismo, su capacidad de generar oportunidades de crecimiento, la diversificación de opciones, el desarrollo potencial de esa industria en el país y su encadenamiento con otros ámbitos de la economía nacional. Por eso atacan (sin contar con claras bases) el proceso inversionista en el sector en Cuba. Por eso promueven políticas de aislamiento internacional. Por eso defienden con entusiasmo el bloqueo y todo su entramado.
Cuba tiene mucho que ofrecerle al visitante extranjero: la seguridad ciudadana, las bondades de un clima y un paisaje, los valores de una cultura. Cuba defiende un turismo de paz y de intercambio. Y el aporte del turismo en Cuba incluye a la sociedad toda, pues incide en la consolidación de proyectos sociales, independientemente del beneficio a las personas que se vinculan directa o indirectamente con el sector.
En momentos difíciles para la economía del país, agudizados por el impacto del bloqueo, el turismo es mucho más que una alternativa para la economía del país: es uno de sus pilares. Después del complejo panorama de la pandemia, se abren muchas posibilidades para la reanimación de una actividad. A los enemigos de la Revolución les conviene cualquier escenario adverso: un accidente en un hotel, cualquier amenaza de atentado, inestabilidad social... y lo magnifican todo con la esperanza de alejar a posibles visitantes.
Son sucias y oportunistas esas campañas, pero no lograrán detener el desarrollo del sector en el país. Cuba es mucho más que un destino de sol y playa. Cuba es la singularidad y la simpatía de un pueblo. Cuba es su cultura. No hay necesidad de recrear paraísos artificiales: el turismo en Cuba se sostiene en los valores de la nación. Es el tesoro mayor. La garantía.
LEER MÁS: Premios TripAdvisor reconocen hoteles Iberostar en Cuba
- Añadir nuevo comentario
- 3366 lecturas
Comentarios
rene
Yislena
Añadir nuevo comentario