Críticas a EE.UU. ganan protagonismo en Cumbre de las Américas
especiales
Las críticas al país anfitrión, Estados Unidos, ganan más espacios en la Cumbre excluyente de las Américas en su segunda jornada.
Medios de prensa como Politico subrayan que se hace casi imposible que el presidente Joe Biden, luego de su aterrizaje en esta urbe californiana, promueva acuerdos comerciales.
La tóxica política interna en torno a la migración, además, dificulta que derogue algunas medidas impuestas durante la presidencia de Donald Trump. Y la situación especial en Florida, un estado que alberga a muchos exiliados cubanos y venezolanos, hace que sea difícil ajustar la diplomacia estadounidense hacia La Habana y Caracas, indicó el diario digital.
La polarización partidista hace que el gobierno de Biden «tenga que andar con pies de plomo», dijo Peter Schechter, experto y comentarista de América Latina.
También es probable que los líderes extranjeros que se presenten utilicen sus micrófonos para criticar las políticas estadounidenses en todos los ámbitos, desde la migración hasta el tratamiento de Cuba, Venezuela y Nicaragua.
Esta “Cumbre” a la que asisten solo 23 dignatarios cuando deberían llegar 34, al menos, acrecienta las dudas sobre la influencia del país anfitrión en la región, en la que al parecer ya no puede imponer la Doctrina Monroe, una cavernaria iniciativa que planteaba “América para los americanos”, los del norte del Río Bravo.
Pese a llegar a la ciudad de Los Angeles con algunas propuestas, poco se espera en logros, pues en Estados Unidos, la mayoría de estas iniciativas, ya sean de corte económico o migratorio, entre otros, deben pasar por las manos de un Congreso polarizado que trata de mirar hacia dentro y no a los problemas de sus vecinos del sur.
Poco podrá lograr la Casa Blanca para borrar una imagen ya centenaria de que no presta suficiente atención a América Latina, a pesar de que está allí mismo. Y cuando presta atención, suele ser porque está enfadado por los inmigrantes en su frontera, según reseñan medios de prensa locales.
Las expectativas de que Biden cumpla con su cometido son escasas, mientras crece la idea de que se trata de un esfuerzo mal organizado y con pocos recursos por parte del gobierno.
El mandatario no tiene ningún acuerdo comercial serio que ofrecer, lo que algunos estados latinoamericanos quieren por encima de todo, mientras la migración es un punto delicado sin resolver, indicó la valoración de Politico.
Por otra parte, la política interna de Washington está determinando el enfoque de Biden hacia la región: evitar la furia en Florida es una de las razones por las que el presidente se niega a invitar a los líderes de Cuba, Venezuela y Nicaragua, lo que provocó la ausencia de un abanico de naciones que hipotéticamente marcan el acceso norteamericano a la región.
Para muchos analistas, la cita angelina quedará en la historia como un encuentro de promesas que el tiempo mostrará no se concretaron.
Biden, el mensajero, llevara una «agenda económica nueva y ambiciosa», pero que no incluirá nuevos acuerdos comerciales y los fondos no están a su alcance, es el polarizado Congreso quien abre las llaves de las ayudas externas, algo que difícilmente ayude a concretar la denominada Alianza para la Prosperidad Económica de las Américas.
Mientras tanto, cerca del convite de la Casa Blanca, en otro, este de grupos comunitarios, sindicalistas, activistas y gente progresista, la Cumbre de los Pueblos, se habla de solidaridad y del apoyo que Washington no dará.
Estamos presenciando “el amanecer de una nueva era geopolítica; que Washington siempre “se quedó en palabras” y nunca cumplió con sus promesas; que sólo buscó beneficiar los negocios de las empresas de su país y nada más”, según definió el politólogo Atilio Borón.
Añadir nuevo comentario