Confianza

A veces los perros, los gatos, se acercan a un desconocido y se dejan acariciar. ¿Pero los pájaros?

Por eso es muy raro el video del que hice estas capturas y donde se observa un pajarito que va donde un humano que ni siquiera lo esperaba.

Poco a poco, saltito a saltito, la avecilla se posó en el hombro, y luego fue avanzando por el brazo hasta primero beber agua y luego bañarse con toda confianza en el cuenco formado por las dos manos que la recibieron.

No solo es extraño porque el ave se haya aproximado sin miedo —sí con cautela inicialmente—, sino por la confianza con que finalmente se conduce.

Diríase que hasta los pájaros se sienten raros en este mundo, donde muchas cosas andan descolocadas, y van buscando protección donde nunca antes. 

Por suerte, y como evidencian las imágenes, la ternura permanece en su sitio.