Con ellos, yo me quedo...

Con ellos, yo me quedo...
Fecha de publicación: 
7 Febrero 2023
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Ilustración de Radio Ciudad del Mar

Este domingo, las Asambleas Municipales de todo el país aprobaron sus propuestas para diputados al Parlamento cubano. Se conocieron nombres y rostros tan diversos como somos en esta isla: encontré felicitaciones a un representante de la Sociedad Abakuá, a una educadora popular y al líder de una mipyme habanera; supe que las mujeres hacen el 55 por ciento de la candidatura y descubrí, entre ellas, algunas que conozco y admiro.

Está la famosa Tay Tay de Facebook que, por supuesto, no se llama así, sino Taymí Martínez. Es una joven profesional de la salud que dirige el Hospital Faustino Pérez de Matanzas y no necesita de poses para ganarse el respeto y la admiración de cuantos la conocen en la vida real o, como yo, en ese espacio cada vez más complejo que son las redes sociales.

Ella es mujer y es joven, como Santa Massiel, a quien sí he visto personalmente crear música y liderazgo al frente de la Asociación Hermanos Saíz en Ciego de Ávila; como Annié Garcés, una voz linda que se ha puesto en función de las mejores causas y no se dejó intimidar por los que intentaron bajarle el tono o Indira Fajardo, la Presidenta del Instituto Cubano de la Música.

Pero también está Elián González, el niño que Fidel prometió devolvernos y entre todos lo traímos de regreso a su padre y a su patria. Hoy es un símbolo enorme hallarlo entre los candidatos a diputados a la Asamblea Nacional del Poder Popular.

Según datos oficiales, de los 470 precandidatos a ocupar puestos en nuestro máximo órgano legislativo, el 20 por ciento no ha cruzado el umbral de los 35 años, pero el promedio de edad es de 46. 

La cobertura del diario Juventud Rebelde cita a la Presidenta de la Comisión Nacional de Candidatura, quien aseguró que esto «habla de la confianza que tiene el pueblo en la nueva generación y del reconocimiento que hace a su protagonismo en estos tiempos difíciles».

También es una muestra del compromiso de esa nueva generación con Cuba, de sus ganas de vivir y hacer aquí, parece que no son todos los que han decidido renunciar, como pretenden hacernos creer. ¿Son la mayoría? No lo sé, pero está claro que son la vanguardia, y van delante, como los jóvenes de la Generación del Centenario, cuando les tocó asaltar sus propios sueños de nación.

Mucha gente me ha dicho últimamente que me voy a quedar sola para encender y apagar el Morro y sí, tienen razón, me quedo, pero no sola, sino con ellos, con los jóvenes que este domingo me apuntalaron la esperanza de mantener prendido el faro, el futuro. Esos muchachos y muchachas que no existen para ciertos perfiles editoriales, para algunas páginas de redes sociales, pero están ahí, en la vida real, haciendo lo suyo por una Cuba mejor, que es posible.

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