Catherine Zuaznabar regresa a encarnar el rito

Catherine Zuaznabar regresa a encarnar el rito
Fecha de publicación: 
28 Julio 2022
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Una bailarina en el escenario. Una solista. Pero gracias a la ilusión de los espejos, ella asume el espíritu de todo un cuerpo de baile.

La bailarina es muy conocida por más de una generación de amantes del ballet en Cuba, que admiraron hace años sus interpretaciones con el Ballet Nacional de Cuba: Catherine Zuaznabar, radicada desde hace décadas en Europa, ha regresado a La Habana para asumir una pieza que es siempre un reto: Sacre, de la coreógrafa Sandra Rami.

Y frente a bailarines, coreógrafos, críticos de danza, amigos y admiradores... ha encarnado el rol en Fábrica de Arte, después de varias jornadas de montaje con la propia Rami y con el bailarín que estrenó su pieza: Abel Rojo.

La marca de dos genios del arte universal es evidente. La partitura de La consagración de la primavera que compuso Ígor Stravinski para los Ballet Rusos en 1913 ha sido inspiración y desafío para decenas de artistas de todo el mundo, desde que el inefable Vaslav Nijinsky presentara la coreografía original en el Teatro de los Campos Elíseos de París. Aquella temporada fue un escándalo, pero la obra devino clásico de la danza universal, referente indiscutible de las vanguardias musicales y escénicas.

Sacre, esta particular versión de Rami, honra la vocación ritual y enérgica de la obra en que se inspira, con la particularidad de que, gracias a los espejos, se evoca el unísono perfecto de un grupo, desde la ejecución del solista.

«El ojo es el teatro. El cerebro es el público. Yo soy el ojo en el cerebro», escribió Nijinsky. La imagen es poderosa y le ha servido a Sandra Ramy para reflexionar sobre los misterios del rito y la danza. Y Catherine Zuaznabar concreta la metáfora en escena, con un compromiso ejemplar, una poderosa proyección escénica, sobradas credenciales técnicas y estilísticas, y un elocuente manejo de las emociones... todo puesto en función del discurso.

Sacre será una de las propuestas del Festival de Ballet de La Habana, que tendrá lugar a finales de año. Será el reencuentro de una gran bailarina con su público, después de una importante carrera en el extranjero, que incluyó un enriquecedor período en el ballet del célebre Maurice Bejart.

Y será la oportunidad de apreciar una vez más una de las más interesantes creaciones coreográficas de los últimos años en Cuba. En Sacre, se realiza la confluencia feliz de movimiento, vocación lírica y entramado visual. Arte, en definitiva.

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