Beatriz y los retos de ser una mujer de mar

Beatriz y los retos de ser una mujer de mar
Fecha de publicación: 
20 Julio 2022
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Beatriz Anllos Guerra ya no es aquella joven que hace 23 años llegó a Cayo Largo del Sur, tras dejar su trabajo como investigadora en Geocuba para pasarse los días a bordo de una embarcación turística y convertirse en la primera mujer capitana en la actividad recreativa.
   
«El mar es mi vida», contó a la Agencia Cubana de Noticias nada más iniciar la conversación, y cómo no serlo si seguidamente rememora su infancia en la occidental ciudad de Matanzas, donde en las tardes acudía a ver los barcos que llegaban a la bahía.
 
Han pasado casi tres décadas desde que decidió en los Camilitos (escuela militar) que su profesión estuviera ligada al mar. Finalmente, optó por la especialidad de Ingeniería en Hidrografía y comenzó a estudiarla en 1992 en la Academia Naval Granma, en la capital cubana.
   
La hoy máster en ciencias tuvo la oportunidad en cuarto año de la carrera de convertirse en oficial de puente, que de acuerdo con la cadena de mando de la Academia Naval es la persona responsable en los buques mercantes de la navegación, maniobra y seguridad en la operación, de las comunicaciones con tierra, así como de supervisar la función del resto de los oficiales de cubierta.
 
Después de varios años como investigadora, el organismo conocido en la actualidad como Empresa de Marinas y Náuticas  (Marlin) la invitó a pasar un curso sobre embarcaciones turísticas, y su entonces director le propuso personalmente la capitanía de ese tipo de medios.
    
«No lo pensé dos veces», dijo con la misma seguridad que la llevó a los 28 años a aceptar separarse de los suyos para habitar en un sitio, cuya comunicación solo es posible por aire.


    
A Cayo Largo del Sur, ubicado en el archipiélago de Los Canarreos, llegó el 10 de octubre de 1999 con mucha ilusión, pero consciente de los grandes desafíos por venir. Desde entonces, y con la pasión intacta, ha sido jefe de flota,  de operaciones y «de cuanta responsabilidad apareciera».
    
«En este oficio te entregas — señala Beatriz—, porque en las condiciones desgastantes en las que se trabaja, bajo el sol y las características propias de la labor, no puede ser de otra manera. Haces del mar tu casa, y de los compañeros de trabajo y clientes, tu familia».
   
Aseguró la entrevistada que el camino ha tenido baches, pues en un puesto donde predominan hombres, muchos no entendían al inicio que fuera una mujer quien les diera instrucciones o la que trabajara con ellos codo a codo.
 
«Me tuve que imponer a base de respeto, demostrar que era capaz de desempeñar mi rol igual o mejor», señaló sobre las ocasiones en que su capacidad fue puesta en duda solo por el género.
   
Por eso cuando la invitan a impartir conferencias o talleres, desea que los futuros hombres de mar reflexionen y dejen atrás las incomprensiones sobre el papel de la mujer en el servicio.
   
«A las muchachas les digo una frase que no por manida deja de ser real: Puedes lograr todo lo que te propongas; y espero con los brazos abiertos a todas las interesadas por trabajar en la actividad de embarcaciones turísticas, deseo que muchas otras se apasionen como yo».
    
El mar le dio a Beatriz su compañero de vida, también capitán de una embarcación de recreo en el propio islote; una relación que, según asegura, es de admiración mutua; se ayudan en todo, pero respetan los espacios individuales, especialmente cuando están al frente de sus tripulaciones.
   
Sobre las proyecciones de reactivar el destino Cayo Largo del Sur tras los estragos de la COVID-19 en el turismo, destacó los atractivos naturales, con playas de arena fina y aguas cristalinas, además de la rica fauna marina, lo cual convierte a este sitio en ideal para la práctica de actividades náuticas y la pesca deportiva.
    
Para la mujer de mar otro de los principales atractivos es la atención a los clientes, que se «enamoran» del lugar por el servicio único que ahí ofrecen.
   
«Los amigos, porque ya son más que clientes, nos escriben desde todas partes del mundo por los canales oficiales y  las redes sociales para saber cómo pueden regresar al cayo».

En la Feria Internacional de Turismo FITCuba 2022, la cadena hotelera canadiense Blue Diamond Resorts y el grupo Gran Caribe anunciaron su alianza para la renovación de los centros turísticos en esa región con el fin de relanzar la comercialización del destino.

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