Adoptan medidas ante derrame de combustible tras accidente de tren

Pese a que al momento de producirse el accidente ferroviario del pasado 13 de abril, en la provincia de Sancti Spíritus, no hubo notificación de pérdida de combustible, en las últimas horas especialistas de varios organismos adoptan medidas para evitar el avance de entre 200 y 250 litros de fuel oil que se escurrieron de uno de los tanques averiados. 

Leonel Díaz Camero, delegado del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente en esta región central, confirmó a la radio local que tras conocerse del derrame por una tapa y que ya llegó a un riachuelo de la zona, se inició la evaluación de los posibles daños y la creación de pequeñas barreras de contención con tierra.

Aseguró que al tratarse de un material viscoso, que no se mezcla fácilmente con el agua, entre las medidas orientadas está también la recolección manual del producto, pero subrayó que se trata de un área de difícil acceso, con un relieve muy irregular y a unos cinco kilómetros del río Zaza.

De acuerdo con las declaraciones de Díaz Camero a la Emisora Provincial Radio Sancti Spíritus, aun cuando el derrame no es significativo, el fuel oil es una sustancia muy contaminante y se monitorea el lugar para mitigar los impactos medioambientales que, según aclaró, hasta ahora, tampoco son severos, pues el riachuelo donde se concentra tiene muy poca agua.

Reiteró la preocupación constante de todas las autoridades y especialistas y la intención de proseguir con las evaluaciones para adoptar otras medidas.

A las 14:30 horas de este 13 de abril, el tren extra 900, que transportaba crudo nacional hacia la Refinería Sergio Soto, del municipio espirituano de Cabaiguán, descarriló en las inmediaciones del poblado de Siguaney, en Taguasco.

Aunque no se lamentaron daños a la vida de las personas, como consecuencia del hecho se registraron perjuicios a la vía férrea, en los dos últimos tanques y el llamado cabús.

Paralelo a los trabajos para recuperar unos 300 metros de la línea averiados, brigadas especializadas de Cupet y expertos de la propia refinería, con la participación del Cuerpo de Bomberos, asumieron el traslado del combustible desde los tanques, una operación muy compleja por la posición en que quedaron y las dificultades del terreno.