El cubano Iván Cámbar satisfecho con su bronce olímpico

El cubano Iván Cámbar mostró satisfacción por el bronce conquistado hoy en los 77 kilogramos del torneo de halterofilia de Londres-2012, con lo cual la Isla caribeña regresó a las memorias de esta disciplina en citas olímpicas.

Tras 16 años de espera, Cámbar logró suceder al último de los medallistas cubanos en las pesas bajo los cinco aros, Pablo Lara, de los 76 kilogramos, quien subió al podio de premiación en Atlanta-1996.

Albergaba la esperanza de ubicarme entre los cinco primeros. Yo había entrenado bien y pude obtener esta medalla de bronce, dijo en la zona mixta momentos después de concluida la premiación.

Argumentó el atleta de la oriental provincia cubana de Granma, campeón de los Juegos Panamericanos de Guadalajara-2011, que tras una lesión en su codo derecho por la que fue sometido a dos intervenciones quirúrgicas, no quería seguir en el deporte.

Pero gracias a mi madre y a mi familia pude insertarme nuevamente y hacer el equipo olímpico, por eso digo que esta presea es el resultado de mucha gente, y sobre todo de los médicos del hospital ortopédico cubano Frank País, puntualizó.

El chino Lu Xiaojun, dueño de cinco preseas de oro en los mundiales de Goyang-2009, Antalya-2010 y París-2011, se proclamó monarca olímpico con un registro de 379 de total (175-204), con récords para la competencia en el arranque y el envión.

Su compañero de equipo Lu Haojie ocupó la segunda plaza, 360 (170-190), en tanto Cámbar acumuló 349 (155-194), cifras que no levantaba hacía dos años.

Sexto lugar en Beijing-2008 con alzadas mucho más pesadas, Cámbar refirió que comenzó a sentir su cercanía a las medallas porque se percató de una mínima diferencia en el ejercicio de arranque.

También la ausencia del campeón olímpico Sa Jaehyouk por lesión, me abrió la oportunidad a las preseas, señaló.

Sin embargo, el peso clave para la obtención del bronce fueron los 194 kilogramos con los que acabé el total. Yo quería levantar más, pero mis entrenadores marcaron esa cifra como la final y eso resultó una pieza fundamental para ganar el bronce, subrayó el pesista de 28 años, diez de ellos dedicados a la halterofilia.