No hay fronteras para la solidaridad de Pastores por la Paz

Gail Walker, hija del reverendo Lucius Walker, amigo de Cuba e incansable luchador por la paz y fundador de la organización, encabeza el grupo de 26 caravanistas que procedentes de Birán, donde nació Fidel Castro, llegaron a Santiago de Cuba.

En el intercambio con Odalis Alejandro, directora de la casa de niños sin amparo filial, los activistas realizaron preguntas que les ayudaron a comprender las particularidades vanguardistas del sistema cubano de acogida a menores en esta situación social.

Bill Hill, caravanista de 72 años, fue uno de los más emocionados en la visita, con lágrimas comentó cómo creció en un orfanato, donde las condiciones distaban mucho del amor y el ambiente hogareño que hoy percibió en esta institución cubana.

Estos centros son una experiencia reveladora de cómo el Estado cubano atiende a su gente y trabaja en beneficio de los más necesitados, declaró a la ACN Gail Walker.

Walker también añadió que la administración de Donald Trump es sin duda una limitante mayor a la gestión de la caravana, sobre todo si se compara con lo logrado durante el mandato de Barack Obama; pero aseveró que su padre creó esta organización en momentos más dificiles, el período especial, por lo tanto ante un contexto complejo sienten más necesaria la solidaridad.

Los nueve niños del hogar se adaptaron rápido a los visitantes y compartieron con ellos parte de su rutina diaria, como tomar una merienda al llegar de sus escuelas.

Resultados de la solidaridad de Pastores por la Paz fueron las donaciones para paliar el recrudecimiento del bloqueo durante la década de 1990, y un incondicional apoyo en la lucha por la liberación de los cinco prisioneros injustamente encarcelados en Estados Unidos, entre los que se encontraba Fernando González, quién hoy acompañó a los caravanistas en calidad de Presidente del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos.