Tintin: La reciente aventura de Spielberg

Tintin: La reciente aventura de Spielberg
Fecha de publicación: 
13 Julio 2012
0

Nada más apropiado que Las aventuras de Tintin: El secreto del unicornio para estos meses de verano y vacaciones. Es una aventura de esas que sabe hacer Steven Spielberg, para relajar, para reír y para sobrecogerse con las más virtuosas demostraciones técnicas del buen cine comercial.

Desde que estaba haciendo sus Indiana Jones ya el director norteamericano le tenía echado el ojo a la serie de historietas belgas, una de las más populares de Europa. Hergé, su autor, había dicho por su parte en más de una ocasión que solo Spielberg podía hacer una versión cinematográfica a la altura de su obra. No había quedado muy conforme con las adaptaciones de la época, una de las cuales, la de 1961, podemos apreciar en el cine Riviera durante esta semana: Tintin y el secreto del toisón de oro (Jean-Jacques Vierne).

Si usted tiene la intención de verlas las dos, la de Spielberg y la del director francés Vierne, le recomiendo comenzar por la más antigua. Pues la diferencia entre una y otra es considerable, y aunque la versión gala también tiene sus valores, queda muy por debajo de la norteamericana. Y, como es lógico, la tecnología es uno de los factores que inclina la balanza a favor de Steven Spielberg.

Al final nunca pudieron conocerse Hergé y Spielberg. El dibujante belga murió la misma semana de la cita, en 1983. Sin embargo, su viuda cedió los derechos de filmación al director de E.T. cumpliendo así con la voluntad de su esposo. Sin embargo, por una razón o por otra, el proyecto tuvo que esperar décadas, hasta hoy, para encontrar la pantalla grande. Pero aquí está, y no puede decirse que el tiempo fue en vano.

Spielberg aprovecha el desarrollo tecnológico del cine actual para mantenernos pegados a la butaca como bobos. Este filme de animación no nos dejará insatisfechos como en el caso de Beowulf. Si en ambos casos asistimos a una demostración hiperbólica de lo que hoy puede hacerse con una computadora y unos minutos de video; Spielberg logra darle a todo este espectáculo un sentido dramático a la altura de las circunstancias. En este sentido, es particularmente sobrecogedora la secuencia en el desierto donde el capitán Haddock recuerda la batalla naval que le contó su abuelo antes de morir.

Las montañas de arena aquellas se convierten en olas y pasamos del desierto a un mar en tormenta y luego de vuelta, y luego de nuevo al mar… en cuestión de segundos. Detrás de estas transiciones uno no solo encuentra hombres que saben manipular imágenes, sino artistas que dominan las mañas de la edición.

La actuación de Andy Serkis como captián Haddock termina desviando nuestra atención de cualquier otro actor. (Serkis, por cierto, ha representado personajes tan singulares como Gollum, en El señor de los anillos y King Kong, ambos para el director Peter Jackson, que produjo Tintin…).

Hay que decirlo, los dos personajes que lideran la serie de Hergé no corren con igual suerte: Tintin y su fox terrier Milú. A pesar de lo bien pensado que está el personaje en otros aspectos, sencillamente nos hace sentir todo el tiempo que su apariencia física no está acorde con su conducta. Tintin se nos presenta como un héroe viril y decidido al estilo de Humphrey Bogart en sus filmes de cine negro, así lo tratan los otros personajes, como un igual que investiga, como buen periodista que es, un misterioso caso; sin embargo, es físicamente un adolescente pelirrojo de 16 años a más dar. Si Spielberg estaba decidido a dotar a su protagonista de aquella madurez, debió haber pensado en cambiar su apariencia original.

Milú es un perro superdotado, ajustado al arquetipo de sirviente agudo, a ratos más agudo que el propio héroe. Es esta la forma en que se nos presenta en las primeras escenas del filme, sin embargo a medida que avanza desciende en importancia frente a otros personajes, hasta pasar inadvertido. No podemos dejar de notar que en comparación con otros participantes, la tecnología falló con Milú, algo en el perrito nos resulta demasiado artificial como para que pase inadvertido.

Sin embargo, Las aventuras de Tintin: El secreto del unicornio compensa cualquier falta con todas las artimañas bien orquestadas del género aventura. Es una aventura para reír en familia. Y si quiere matar películas con un solo paseo, no olvide primero ver Tintin y el secreto del toisón de oro, en el Riviera, y luego la de Spielberg en el cine Yara.

Añadir nuevo comentario

CAPTCHA
Esta pregunta es para comprobar si usted es un visitante humano y prevenir envíos de spam automatizado.
CAPTCHA de imagen
Introduzca los caracteres mostrados en la imagen.