El equipo soñado

El equipo soñado
Fecha de publicación: 
2 Julio 2012
0

Esta selección española realiza todos los sueños de quienes amamos el futbol. Tiene todo a lo que uno puede aspirar: toque, fantasía, gol, temperamento para saber soportar los malos momentos (escasos pero lógicamente presentes), recuperación organizada e inteligente de la pelota, generosidad en el esfuerzo y fidelidad a ultranza de un estilo. No de cualquier estilo, sino del más genuino, del que expresa la raíz más profunda y auténtica de este juego. Es un equipo atrevido y responsable. Que se divierte para ser serio. Que juega para ganar, y que nunca se cansa ni de jugar ni de ganar.

EL MEJOR PARTIDO. Los grandes jugadores y los grandes equipos aparecen siempre en los mayores acontecimientos. España había jugado bien en el Europeo, pero tal vez sin la suficiente capacidad de definición, aunque había sido superior a todos sus adversarios. Y, precisamente, en el partido más importante hizo su mejor juego. Superó ampliamente a una remozada Italia que, salvo 15 minutos del primer tiempo cuando reaccionó después de encajar el primer gol, se vio desbordada por los cuatro costados. España se adueñó de la pelota y le dio un tratamiento eficaz, profundo, elegante, insuperable.

Y LOS MEJORES JUGADORES. Es en estos partidos donde los grandes se hacen gigantes. Casillas estuvo impecable en las 3 ó 4 situaciones delicadas que tuvo que solventar; Piqué y Ramos, insuperables, perfectos para salir jugando; Arbeloa ofreciéndose siempre en la salida y seguro en la marca; y la revelación del campeonato, Jordi Alba, sin errores defendiendo y magnífico para dar salida y juntarse con Iniesta adelante. Alonso y Busquets, en una lección de como deben jugar dos volantes de contención, nunca en línea, relevándose oportunamente para atacar y defender y con un lúcido sentido de la organización. Xavi, espléndido para manejar el partido; Iniesta genial, como siempre (y como si fuera lógico ser genial); Silva muy participativo. Y Fábregas, inteligentísimo para moverse donde hacia falta y llegar por sorpresa. Era una España inspirada. Que es como decir: invencible.

OBRAS DE ARTE. El funcionamiento colectivo se veía de tanto en tanto iluminado por fugaces, aunque eternas en la memoria, obras de arte. Por ejemplo, el gol de Jordi Alba. La pelota es jugada de un lado al otro, inclusive con la intervención de Casillas, la recibe Xavi Hernández y, con ojos en la nuca, avanzando con la pelota, distrayendo con la pelota, esperó la llegada de Alba, que hizo un pique de 50 metros, y se la puso con una precisión de relojero suizo. Ni un instante antes ni uno después, ni un centímetro atrás ni uno adelante. Maravilloso.

SENSATEZ. La de Del Bosque, por muchas razones. Entre otras, por soportar desconfianza hacia esta selección que no para de garantizar sueños, y por el detalle de permitirle a Fernando Torres ser campeón dentro de la cancha. El delantero, de gran jerarquía internacional, respondió con un golazo y un pase de gol. Y por darle a Mata, el autor de ese gol, unos minutos que también merecía.

POLÉMICAS. En fútbol las hay de todos los colores. La mayoría, absurdas. Discutir si hay que jugar con 9 o sin 9 sin nombres propios es una discusión inútil. Se puede jugar bien de ambas maneras y mal también. La única discusión válida es como hay que jugar para ganar. Si se juega bien, lo demás es superfluo.

SUERTE. La de todos nosotros por ser testigos de un equipo legendario, como es España. Sólo me queda, como hombre de fútbol, agradecer a esta selección por haber hecho realidad la utopía y permitirme seguir soñando.

Añadir nuevo comentario

CAPTCHA
Esta pregunta es para comprobar si usted es un visitante humano y prevenir envíos de spam automatizado.
CAPTCHA de imagen
Introduzca los caracteres mostrados en la imagen.