Un libro de Joaquín Borges: Músicos de Cuba y del mundo, en la Feria del Libro

Un libro de Joaquín Borges: Músicos de Cuba y del mundo, en la Feria del Libro
Fecha de publicación: 
31 Enero 2018
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Músicos de Cuba y del mundo, una obra ya publicada en Estados Unidos y que él “coló” en Ediciones La Luz, de mi Holguín natal (que le publica a un habanero raigal, y no a mí que nací en aquella tierra).

Broma aparte, ¡que buena esa decisión!. No soy especialista en el tema música, pero el texto promete. Así que quien desee tenerlo que esté el domingo 4 de febrero a las tres de la tarde, en el Salón de Mayo del Pabellón Cuba, y el lunes 5 a la misma hora pero en el club Submarino Amarillo, ubicado en 17 y 6, ambos sitios en el Vedado.

Allí el Licenciado en Periodismo, Máster en Sociología y Doctor en Ciencias sobre Arte, mi amigo, el ¿pobrecito ciego?, presentará este nuevo volumen, uno de sus ebbó a la música cubana que es decir a la identidad nacional. Aquí van mis preguntas y sus respuestas:

 

-Nadie se va del todo. Músicos de Cuba y del mundo, el título del libro que se presentará a la feria ¿Por qué ese título y no usar la palabra diáspora?

- El término diáspora empieza a utilizarse en Cuba básicamente a partir de la última década del pasado siglo, en particular hacia mediados del decenio, a raíz de celebrarse en 1994 la conferencia denominada “la Nación y la Emigración. Aunque con perspectivas un tanto diferentes (en ocasiones más cercanas a la concepción del multiculturalismo), al propio tiempo entre la comunidad de cientistas sociales cubano-americanos comienza a usarse el término diáspora. Ahora bien, aunque yo empleo copiosamente el vocablo en el libro y argumento las razones en tal sentido, hay todavía discusiones en cuanto a si deben usarse mejor vocablos como emigración y exilio. Si a ello se une que no todo el mundo comprende las diferencias entre los tres conceptos, es fácil deducir que quise encontrar algo que generase menos discusión y de ahí el título, porque además por mi relación con numerosos cubanos y cubanas radicados fuera de Cuba, uno se percata de que nadie se va del todo porque algo, de un modo u otro, lo mantiene vinculado a nuestro país.

-¿Qué tiempo te llevó armar ese volumen de cerca de 300 páginas?

-Yo había escrito un capítulo de mi tesis doctoral acerca del tema y a decir verdad, fue una de las cosas que más gustó al tribunal. Después, cogí ese material, lo agrandé en relación con el tema de los trovadores y/o cantautores y lo incluí en un libro que salió por el Centro Pablo, a raíz de haber participado en un concurso auspiciado por dicha institución. Eso me tomó algo más de un año. Por entonces, comencé a viajar a EEUU y me percaté de la falta de bibliografía sobre el tema, así que entre el 2010 y el 2012 me dediqué a investigar y al proceso de redacción del libro (lo menos difícil para gentes como tú y yo, por nuestra profesión de periodistas), para que participase en el Premio de Musicología de la Casa de las Américas. Siempre digo que esa clase de concursos son los que me obligan a concluir un determinado libro, porque hay una fecha para entregar el material. Después he ido añadiéndole datos y cositas que van apareciendo, sobre todo a partir de los cambios que se han ido dando en nuestro país en relación con la ley migratoria. Así, entre la versión de la primera edición y esta, hay algunas diferencias.

¿Cuándo y en que editorial de EEUU se publicó por primera vez?

- El libro salió a comienzos de 2013, a través de Createspace, en una versión impresa y en un libro electrónico, los conocidos y muy populares ebooks.

-¿Sabes quiénes se han acercado más al libro en aquel país?

-Tanto este libro como los otros que he publicado en EEUU y España han sido consumidos en lo fundamental por el mundo académico, centros de estudios sobre cultura latinoamericana y universidades, con la enorme satisfacción para mí de que en algunos casos han pasado a formar parte de la bibliografía recomendada a los estudiantes de varias carreras. La mayor limitante en dicho sentido era que se trataba de textos en español, pero ya en el 2017 pude publicar un primer libro en inglés, con lo cual el horizonte de potenciales lectores se amplía, aunque te reitero que por lo general mi público fuera de Cuba, si cabe hablar en dichos términos, se mueve en el ambiente académico.

-En el 2012 obtuvo Mención en el Premio de Musicología de la Casa de las Américas ¿Por qué llega al público cubano cinco años después?

-En realidad no son cinco sino seis años después. Eso tiene que ver con el hecho de que se piensa que esta clase de libros no es de interés del público, vaya que no se venden y por tanto, las editoriales lo piensan mucho para asumirlos. Yo no creo que sea tan así, aunque reconozco que una novela debe tener más rápida salida. Sin embargo, puedo decirte que mi libro sobre la canción se agotó y hubo que hacer una segunda edición, también bastante bien comercializada hasta donde tengo entendido.

-¿Y por qué en Ediciones La Luz de Holguín?

-El libro sale en Ediciones La Luz porque ellos fueron los únicos que se interesaron en el material. Aquí en La Habana fue propuesto (no solo por mí sino por otras personas) y no interesó. Ediciones La Luz, proyecto organizado por la Asociación Hermanos Saíz en Holguín, tiene una hermosa historia de vínculos con libros y autores que no se editan en otros sitios del país, algo que es de felicitar.

-Dime tres razones para que el público se acerque a esta obra.

1) Por primera vez se sistematiza la historia de la diáspora musical cubana de las recientes décadas, su interacción con las culturas receptoras, sus divergencias y sus puntos de contacto con la creación que se da durante el mismo periodo dentro de nuestras fronteras nacionales; 2) Es una indagación relativa a los procesos migratorios, sus rasgos generales y su papel en la configuración de las estructuras sociales, tanto en las naciones que generan el flujo como en las que lo absorben; 3) No hay manera de imaginar el futuro si se desconoce el pasado, a fin de cuentas los pueblos que olvidan su historia olvidan, junto con ella, quiénes han sido y quiénes quisieran ser.

-Entre tú y yo ¿es ladrillazo o una descarga con sabrosura?

-Yo soy sincero y más contigo, así que no te puedo negar que el libro tiene mucho de ladrillazo, porque en esta clase de trabajos y dado el objetivo que se persigue, el periodista deja prevalecer al académico. El mercado, amiga, el mercado.

-Lo que te de la gana de decir y no te haya preguntado

- Para mí, el libro es mucho más que un estudio sobre el quehacer de los músicos cubanos que han emigrado en las últimas décadas porque, sobre todo, se trata de rescatar el patrimonio nacional cubano, más allá del sitio en que se esté, pues en mi caso, nunca he separado o clasificado a los artistas cubanos por su lugar de residencia. Para mí, la música cubana también es una patria, patria que pertenece a todos los que experimenten la necesidad de sentirse parte de ella, sin importar en lo más mínimo donde se viva o como se piense. Nuestra música, tanto la hecha en Cuba como la realizada por nuestra gente en España, Canadá, Reino Unido, Japón, República Dominicana, Francia, Argentina, Estados Unidos…, funciona como un privilegiado punto de convergencia entre los cubanos, sin tener en cuenta nuestras diferencias políticas, ideológicas, culturales, económicas, religiosas o raciales, ni el sitio del planeta en que hayamos decidido vivir. Con claridad meridiana, Leonardo Acosta nos pormenoriza las razones del porqué ello ocurre:

“Porque es una parte vital de nuestro legado común y de nuestra experiencia cotidiana; porque es un espacio idóneo para el diálogo como lo ha sido y es para la experiencia compartida. Y mientras el diálogo parece casi imposible en otras áreas, en la música más bien parece no haber cesado nunca”.

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