“La Revolución llenó mi vida”

“La Revolución llenó mi vida”
Fecha de publicación: 
16 Marzo 2012
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Hace unos días Antonio Ramón Colas Goizueta comprobó una vez más que su corazón está a prueba de conmociones. Se sabía entre los nominados al Premio Vida y Obra de arquitectura 2012, pero no pensó que tal estímulo recaería en él.

“Voy a ser franco, me reconforta mucho este reconocimiento, es un altísimo honor recibir lo que ansían muchos colegas, que también lo merecen”, aseveró visiblemente emocionado.

Con 76 años, gestiona ya los trámites para la jubilación.

“Pero si tengo fuerzas suficientes daré continuidad a algunos trabajos en los que llevo algunos años, en los Comités Técnicos de Vivienda y Urbanismo, de la Unión Nacional de Arquitectos e ingenieros de la Construcción de Cuba (UNAICC), y del Ministerio de la Construcción.   

“He trabajado mucho en otros como el del fibrocemento, dando conferencias por toda Cuba, acerca de la forma de colocar bien las tejas. Cuesta mucho trabajo que se haga bien y ejemplos tenemos cuando nos azotan ciclones, pues está demostrado que muchas veces son arrancadas por los vientos porque se violaron las normas técnicas”, amplia el experto.

Trata de poner en orden sus ideas y prefiere empezar por el principio de su larga y fructífera vida profesional, que ni siquiera soñó cuando se tituló en la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Oriente, en 1962.

Fue el inicio de descubrimientos que resultaron trascendentales en su quehacer profesional y como ser humano. Hasta ese momento, por su crianza y educación, no había chocado con la triste realidad de pobreza y marginalidad que signaba a millones de cubanos.

“Por eso no me canso de decir que la Revolución llenó mi vida. Después de graduado nos llevaron a un recorrido por varias provincias. Ahí pude palpar la miseria, sobre todo en el campo, única herencia de los gobiernos neocoloniales de antes de 1959.

“Ese sentimiento, subrayó, me hizo pensar que debía hacer algo por tratar de mejorar esa situación y a eso he dedicado mi vida, en la medida de mis posibilidades”.

Por eso se enrumbó hacia la vivienda, primero en su natal Santiago y posteriormente en la ciudad de La Habana, aunque en su currículo constan trabajos de proyectista en obras industriales.

No por gusto a Colas se le reconocen sus aptitudes natas de pedagogo y de intransigencia frente a la chapucería  y lo mal hecho en las construcciones.

Lo demostró primero como profesor en la Facultad Obrero Campesina, impartiendo cursos acerca de la especialidad de construcción,  y posteriormente en las Facultades de Arquitectura de la Universidad de Oriente y de la CUJAE.

Con el tiempo ha apoyado su labor  de educador en publicaciones y materiales didácticos relacionados con la calidad, que poseen su autoría y tienen plena vigencia.   

Recuerda muchos de sus trabajos en obras sociales, e incluso aquellos que no llegaron a concretarse “por diversas razones, entre ellas, porque el país no siempre tiene las condiciones económicas para hacer inversiones, pero recuerdo uno al que le dediqué mucho tiempo a gusto, fue un diseño para cabañas triples, en San Pedro del Mar, en la Ciudad Héroe, con una vista preciosa  hacia la bahía”, significó el Premio Vida y Obra de Arquitectura 2012.  

Quienes lo conocen bien saben que ha sido incansable en su profesión. Otros como yo pudiéramos aseverar otro tanto, pues me consta que es muy difícil no verlo, como participante activo, en cuanto evento técnico se realice sobre la vivienda, la calidad o acerca de nuevas tecnologías.  

Ud. no se cansa de aprender. Le digo.

Se ríe y dice que “un profesional tiene que actualizarse constantemente, refrescar lo aprendido y conocer lo nuevo. Anquilosarse es imperdonable”.

Por eso en el continuará replicándose el premio que recibe este 13 de marzo, Día del Arquitecto cubano.   


Con el Premio Vida y Obra de Arquitectura a Antonio Ramón Colas, suman 49 los profesionales de esa especialidad que han recibido tal reconocimiento.


Este fue instituido por la UNAICC desde 1996, para homenajear a quienes se distingan por la consagración a su profesión y relevantes resultados en la ejecución de proyectos tanto a pie de obra como en la dirección, la investigación y la docencia.


El acto nacional por  el Día del Arquitecto cubano se celebró el 13 de marzo en el museo casa natal de José Antonio Echeverría, en la ciudad matancera de Cárdenas.


Tal efeméride se celebra desde 1935, pero adquiere connotación histórica con las acciones del 13 de marzo de 1957, cuando un grupo de cubanos, dirigidos por el estudiante de arquitectura José Antonio Echeverría, atacaron el Palacio Presidencial y la emisora nacional Radio Reloj, para acabar con la dictadura batistiana.

Comentarios

Los gobiernos de Latinoamerica deben pedir sansiones contra EEUU por encarcelerar a los ciudadanos que reclaman y protestan , ni en los campos Gulag se ha visto tamano atropello. Se debe pensar en un bloqueo u otras sanciones economicas !!

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