Relocalizan cementerio aborigen de Río Cauto, Granma
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La excavación, la confirmación y el marcaje del área de enterramientos, los realizaron en 2015 y 2016 arqueólogos del Instituto Cubano de Antropología, la Universidad de La Habana y el centro de investigaciones socioculturales Casa de la Nacionalidad Cubana.
El doctor Ulises Miguel González Herrera, investigador agregado del citado Instituto, tras encabezar, del 21 al 28 últimos, la más reciente expedición, recordó a la ACN que el médico Bernardo Utset, de Manzanillo, detectó en 1941 el sitio, llamado Playa El Mango.
Añadió que una pesquisa de la Academia de Ciencias de Cuba, en 1986, confirmó la existencia del residuario, perteneciente a la etapa preagroalfarera, pero no pudo precisar la ubicación del cementerio.
González Herrera lidera el proyecto Arqueología de prácticas mortuorias en sociedades aborígenes de Cuba, que está en marcha hace dos años y recibe colaboración de varias instituciones cubanas y de otras naciones.
Los fechados radiocarbónicos del material obtenido aquí se realizan en México, y permitirán, por vez primera, fechar al hombre de la cuenca del río Cauto, la cual tiene más de 100 yacimientos, en las provincias de Granma, Las Tunas, Holguín y Santiago de Cuba, precisó.
Se espera, dijo, determinar los sitios de un posible sistema de asentamientos aborígenes en esta gran región, y su probable función de corredor migratorio respecto a otras comarcas del país.
Recalcó que ahora hay condiciones para obtener datos sin precedentes de los pobladores precolombinos de El Mango, lo cual podría aportar información muy valiosa acerca del poblamiento temprano de las Antillas.
Tanto este yacimiento, como otros de la citada cuenca, están vinculados a sociedades de bajos niveles productivos, ágrafas y que no fueron vistas por los europeos, debido a lo cual la arqueología es la única vía para conocerlas, agregó.
También podrían contribuir a ese objetivo, señaló, los estudios de etnografía comparada, partiendo de poblaciones que hoy, en las cuencas del Amazonas y el Orinoco, tienen similares niveles de desarrollo a las del Cauto hace unos dos mil años.
Junto a González Herrera, participaron el doctor Pedro Pablo Godo (veterano de la visita de 1986), Lianne Torres y Dany Morales, todos del Instituto Cubano de Antropología, y el Máster en Ciencias José Manuel Yero Masdeu, de la Casa de la Nacionalidad Cubana.
Además de las instituciones mencionadas, colaboran con el proyecto el Gabinete de Arqueología de la Oficina del Historiador de La Habana, la Universidad de Winnipeg, la Universidad Autónoma Metropolitana de México y otras.
Playa El Mango es de los yacimientos arqueológicos más grandes del país entre los vinculados a sociedades de bajos niveles productivos.
Los investigadores consideran que perteneció a un ecosistema muy rico, con bosque de manglar, aves migratorias, cercana zona de desove de camarones en el Golfo de Guacanayabo y otros aspectos interesantes.
En el área se encontraron, y están identificados, restos de cuatro especies de tiburones, de los cuales los precolombinos se alimentaban y usaban las vértebras para hacer pulseras y collares, además de otras
ofrendas.
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