México: Chapo Guzmán, ¿desilusionado?

México: Chapo Guzmán, ¿desilusionado?
Fecha de publicación: 
20 Enero 2016
0
Imagen principal: 

 La tercera captura del jefe del cartel de Sinaloa, el más poderoso de México, no ha disminuido la violencia en el país, donde, a pesar de augurios oficiales, en el 2015 causó más muertes que en el 2014.

Se dice que el Chapo está desilusionado con Peña Nieto, luego que invirtió millones de dólares en su campaña presidencial para apuntalar a figuras relacionadas con el grupo mafioso en el escenario político mexicano.

No sé si creerles a esos especialistas ¿progubernamentales? que afirman que el líder del cártel de Sinaloa esperaba que esas enormes inyecciones de capital al Partido Revolucionario Institucional (PRI) le procuraran, como tantas otras veces en el pasado, cierta tolerancia del gobierno para escaparse de la justicia y mantener a su multinacional del narcotráfico a pleno rendimiento.

Las campañas mexicanas son de las más caras del mundo, quizás solo superadas por las de Estados Unidos, por eso todos los partidos aceptan dinero ilícito a través de las partidas de apoyo social de las empresas y organizaciones vinculadas al crimen organizado. De ahí que  se hace difícil arrestar a los padrinos de la droga.

Y es que el sistema que tienen los cárteles de México, y también los de Colombia, es poder pagar por la protección que se da a los traficantes. Por eso es inusual que arrestaran tres veces al Chapo, cuando él estaba pagando millones de dólares para que no lo detuvieran, de ahí que pudiera ser inexplicable para el propio jefe mafioso, a excepción de que fuese un chivo expiatorio con el fin de que el gobierno quedase bien ante la opinión pública internacional, luego de las pifias y negligencias que cometió en la investigación de los 43 estudiantes asesinados en Ayotzinapa.

TODO CONOCIDO

La inyección de cantidades ingentes de dinero del narcotráfico en campañas presidenciales no es ninguna novedad. Es una práctica conocida y hasta contrastada. “Los tres grandes partidos de México, el PRI, el PAN y el PRD, todos han tenido contactos con el Chapo Guzmán y con otros cárteles. Eso está documentado”, explica El Confidencial, una publicación que se dice conocedora de las “cloacas” de la política mexicana.

“Por ejemplo, Barack Obama recaudó 700 millones de dólares para su última campaña electoral en el 2012. Ese dinero es el que se gasta solamente para financiar la campaña electoral a la alcaldía de Ciudad de México. Y si un partido no puede alcanzar esa cantidad de manera legal, nunca va a ganar una elección. Las campañas mexicanas son las más caras del mundo, por eso todos los partidos aceptan dinero ilícito a través de las partidas de apoyo social de las empresas y organizaciones vinculadas al crimen organizado”, prosigue.

Una de las grandes preguntas es qué ha ocurrido para que el cártel de Sinaloa haya pasado de ser el grupo más metido en la política y menos golpeado por la Policía Federal a sufrir una batería de detenciones en su cúpula. Primero cayó Serafín Zambada, hijo del número dos Ismael El Mayo Zambada, a finales de noviembre en la frontera con California. Serafín había llevado hasta la fecha una muy opulenta vida de la que presumía en Twitter mostrando fotos de relojes de alta gama, varios coches entre ellos un Bentley, kalashnikovs bañados en oro y plata, bolsas de marihuana y hasta un león y un leopardo.

Durante la administración del PAN hubo cierta tolerancia hacia el cártel de Sinaloa. Hoy lo que tenemos es un cambio de viento debido a la presión de Estados Unidos. En estos años el cártel ha sido el grupo criminal menos hostigado que sus rivales Beltrán Leyva y los terroríficos Zetas, estos ya en el mandato de Felipe Calderón (2006-2012). El cártel de Sinaloa también ha operado con enorme facilidad en Estados Unidos, tras poner en nómina a mandos clave de aduanas y de la agencia estadounidense antidrogas DEA.

Muchos expertos sostienen que el presidente Vicente Fox (2000-2006), quien rompió con 71 años de gobierno del PRI, decidió darle manga ancha a un único cártel para que se impusiera sobre el resto y eso condujera a un control la violencia. Porque si bien el PRI había atizado duramente al cártel de Guadalajara (posteriormente Sinaloa) en grandes operativos en 1986, 1989, 1993 y 1997, con la llegada del PAN todo se calmó. Hasta el punto de que en enero de 2001 'El Chapo' escapó de un penal de máxima seguridad metido en un camión de lavandería, tras ocho años preso. Un viaje hacia la libertad entre ropas y sábanas cortesía de los funcionarios de la prisión, a quienes 'El Chapo' estuvo sobornando con miles de dólares durante más de un año para que le permitieran estar en el momento justo y en el lugar adecuado para la fuga.

Hoy el Chapo vive inmerso en su tercera captura, luego de haber escapado también de la anterior, y se duda de que pueda ser extraditado a EE.UU., como se pretende, o por lo menos se anuncia, debido a que se mantiene un tráfico de influencias que no mella en nada la actividad de este y otros grupos mafiosos, golpeados o no, pero que subsisten con la complicidad de todo un aparato oficial que va desde el simple agente hasta el encumbrado juez.

No sé cuánto tiempo le durará a Peña Nieto la exhibición del trofeo que representa la captura del importante jefe mafioso, cuando incluso existe un ambiente en localidades mexicanas acerca de que Guzmán es más confiable que el  Presidente.

Y es porque no hay grandes esperanzas de que México vaya a pasar de ahí y acometer el operativo que demostraría un cambio de actitud real hacia el crimen organizado. Esto es: pasar a una segunda fase en la que se desmantelarían las grandes empresas que lavan el dinero del cártel de Sinaloa y se perseguiría a la extensa red de políticos corruptos a sueldo de éste y otros grupos criminales, como indicamos antes.

Añadir nuevo comentario

CAPTCHA
Esta pregunta es para comprobar si usted es un visitante humano y prevenir envíos de spam automatizado.
CAPTCHA de imagen
Introduzca los caracteres mostrados en la imagen.