Afronorteamericano muere en la cárcel por inanición

    Jamycheal Mitchell, afroamericano, había robado un par de snacks y una bebida en un mini mercado de la localidad de Portsmouth, y por eso, en abril pasado, terminó detrás de los barrotes. El valor de su hurto fue de cinco dólares.

    Y allí permaneció por cuatro meses, sin que nadie le dijera mientras tanto algo sobre su destino o se interesara por su situación.
    Inexplicablemente, teniendo en cuenta que sus condiciones psíquicas y físicas empeoraban visiblemente.

    Un caso clamoroso de "mala justicia", que enciende en Estados Unidos la polémica sobre la excesiva represión de muchos delitos menores, en general cometidos en el interior de las comunidades más pobres y más sufridas del país, como frecuentemente ha denunciado el presidente estadounidense, Barack Obama.

    Las víctimas son casi siempre jóvenes afro-estadounidenses o hispanos, y las estadísticas hablan claro sobre esto.

    "Murió de causas naturales", sentenciaron las autoridades carcelarias que esta madrugada lo encontraron en una celda, tirado y sin vida.

    Ninguna señal de heridas o de traumas. Ninguna novela o caso sospechoso.

    De todos modos se aguardan ahora los resultados de la autopsia.

    Se sabe que el joven -como denuncia su familia- desde hacía tiempo rechazaba la comida. No quería comer, y no permitía atención médica de parte del personal penitenciario.

    "Su cuerpo cedió", llora una tía, que lo recuerda como un joven con problemas psíquicos (sufría de esquizofrenia), pero siempre alegre y lleno de vida.

    "Fumaba, reía y hacía reír a la gente, no le hacía mal a nadie", recuerdan los que lo conocían.

    Ahora las autoridades decidirán si abren una investigación. Y más que nunca es necesaria la propuesta de Obama de hacer una reforma de la Justicia, que lanzó durante una reciente visita al penitenciario federal de El Reno, en Oklahoma, el mes pasado.

    "Todos los jóvenes cometen errores", dijo entonces Obama. "No muy diferentes de los que yo cometí, con la diferencia de que no todos tienen el sostén o los medios para superarlos", acotó.