Norberto Téllez : “Estoy muy orgulloso de lo que conseguí” (+ Video)
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Acaba de cumplir 43 años (n. 22-02-1972) y su prioridad es concluir la licenciatura en Cultura Física y con ello estar apto para involucrarse en el proceso de enseñanza deportiva, específicamente del atletismo, el deporte que lo llevó a disfrutar de un podio olímpico a la temprana edad de 19 años.
En Barcelona, en 1992, Norberto Téllez fue parte importante en el relevo cubano que se proclamó subtitular olímpico en a prueba de 4x400m y cuatro años después, en Atlanta, se ubicó cuarto en la final de unos 800m que en su momento fue la más rápida de la historia. Allí el discípulo de Amarilis Hernández firmó un crono de 1.42.85 que es el actual récord nacional de Cuba y le valió para destrozar la marca de 1.43.44 que desde 1977 estaba en poder del señor Alberto Juantorena.
Entre tales recuerdos y disfrutando en su compañía de un entrenamiento matutino en el que otro grande como Yoelbi Quesada guiaba a una nueva hornada de triplistas en el capitalino Estadio Panamericano, establecimos esta pequeña conversación.
¿En qué se desempeña?
Soy administrador del Estadio Panamericano. Es una función que no está directamente ligada al deporte pero es lo que he podido hacer luego de que no logré terminar mis estudios de nivel superior (Licenciatura en Cultura Física). Por problemas personales me aparté en mi cuarto año. Hoy estoy inmerso en este aspecto, quiero concluir mis estudios y graduarme para insertarme en el ciclo de enseñanza del atletismo que a fin de cuentas, es lo que me gusta, es lo que hice desde pequeño.
Pero tenemos la certeza de que no te has alejado del todo…
Si, la verdad es que me mantengo lo más cerca que puedo. A menudo me siento con los atletas y conversamos sobre la base de la experiencia que acumulé durante mi carrera. Hay mucha cosas que rescatar de aquellos tiempos en los que yo era atleta, y algunas de esas lecciones son las que trato de transmitirles a los muchachos.
¿Rescatar?¿A qué se refiere exactamente?
Lo primero que debe saber y entender un atleta que llega al alto rendimiento es que tiene que ser dedicado y consecuente con las exigencias que lleva tener resultados al más alto nivel.
Se trata de tomar conciencia de que el tiempo que van a dedicar al atletismo hay que aprovecharlo al máximo y con todos los sentidos puestos en ello.
Precisamente, hace unos días estaba conversando con Yipsi Moreno sobre este mismo tema y recuerdo que la elogié, porque ella para mí es un ejemplo a seguir y lo es porque supo interpretar y asumir estas cualidades que te comentaba, y ella me decía que no olvidara que lo aprendió de esa generación dorada a la que tuve la suerte de pertenecer y que estaba en la cima del atletismo en Cuba cuando ella comenzó a soñar con ser parte del equipo nacional.
Sin embargo, hoy hay muchos atletas cubanos que no saben, por ejemplo, quién es Norberto Téllez y en eso hemos perdido, en enseñar la historia, en que los muchachos conozcan y admiren los logros que ha tenido nuestro país. Nos metemos en una rutina en la que únicamente estamos pensando en un gran resultado que a veces no llega y el atleta pasa y no aprende de esa historia que es muy grande y que también ha sido factor de inspiración para quiénes la conocemos y admiramos.
Si tuvieras que decantarte por tres figuras que han marcado tu vida, que han sido ejemplos a seguir, guías de tu conducta. ¿Cuál sería tu elección?
Nunca escogería un atleta del llamado primer mundo, porque generalmente tienen mayor acceso a todo lo que necesitan para dedicarse exclusivamente a ser deportistas de élite y yo sé lo que cuesta luchar por llegar al éxito sin tener todos los recursos a tu disposición, por ello confieso mi admiración profunda por todos los que desde aquí, o desde otros escenarios menos favorecidos como por ejemplo, Etiopía, han logrado establecerse y ser reconocidos a nivel internacional. Mi elección: Yipsi Moreno, Ana Fidelia Quirot y Alberto Juantorena, también Javier Sotomayor.
¿Amarilis Hernández?
Amarilis Hernández Mora (hace una pausa) fue todo para mí: una madre, un ejemplo a seguir y mi guía, en todo momento.
¿Cómo recuerdas tu carrera deportiva?
Como un período de mucho sacrificio y perseverancia. Yo siempre tuve claro lo que quería. A los diez años le dije a mi madre que algún día sería como Alberto Juantorena y a los quince años vine solo para acá para La Habana y junto a Leandro Civil (que fue preparador en ese tiempo) empecé a trabajar conscientemente por mis sueños. A los 19 años tuve la primera recompensa al convertirme en subcampeón olímpico como parte del relevo 4x400m en Barcelona´92.
Repasar su vida evoca el sentimiento, y Norberto se emociona. Son lágrimas de satisfacción, por el deber cumplido. Toma un aire y concluye, “yo estoy muy orgulloso de lo que conseguí”.
Un momento inolvidable
La Olimpiada de Atlanta´96, donde fui 4to en la final de 800m. Llegué allí para enfrentarme a un evento nuevo: los 800m (yo era corredor de 400m), una de las pruebas más complejas en la pista. Fue una decisión que tomé de conjunto con mi entrenadora de acuerdo a los pronósticos y habiendo estudiando el estado de ambas especialidades en ese momento. Me preparé muy duro, a conciencia, utilizando incluso, parte del entrenamiento de Alberto Juantorena y teníamos certeza de que podíamos estar en medallas pero no fue así. Cuando vi que me había quedado fuera del podio me sentí un poco desilusionado. Sin embargo, a los pocos minutos, cuando reaccioné y supe el tiempo que había realizado (1:42.85), que significaba un nuevo récord nacional para Cuba y que había sido parte de la carrera más rápida de la historia hasta ese entonces, tuve la mayor satisfacción que es sentirse bien con uno mismo y satisfecho con el rendimiento mostrado. Ese fue el preámbulo de otros muchos años de esfuerzo.
Norberto agradeció a quiénes le siguen.
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