Vanito Brown: “Nunca me he ido de Cuba”

“Nunca me he ido de Cuba, solo me alejé un poquito”, asegura el cantante y compositor mientras tararea el verso de una canción.

“He estado yendo y viniendo durante 18 años y he tocado en cines y teatros, mantengo buenas relaciones con el Ministerio de Cultura en Cuba y sus instituciones. En todo caso Cuba se lleva en el corazón así que esa es una forma de no irse nunca”, afirma.

Habana Abierta fue- o es- un proyecto que reunió en los años 90 del siglo XX a un grupo de músicos cubanos que alcanzaron la popularidad fuera de la Isla. Ellos encontraron en la fusión una novedosa sonoridad. Rock, trova, son, timba… los de Habana Abierta le echaron mano a todo y así sellaron su estilo. Un estilo que 20 años después sigue en la preferencia de los cubanos, donde quiera que estén, y no deja de sonar en las fiestas de jóvenes.

“De Habana Abierta hay mucho en mí, pero esta forma de concebir la canción se sembró en 13 y 8, una peña en El Vedado donde confluyeron algunos de la banda”.

Vanito señaló que ese concepto estuvo madurándose en la peña de 13 y 8 hasta que afortunadamente Gema y Pavel lograron colocarlo en un circuito de mercado en España. “Antes había sido “Habana oculta” porque era un sonido oculto que daba tumbos en la ciudad sin mejores espacios que los de la AHS.

“Entramos profesionalmente al mercado en España y tuvimos toda la libertad requerida para hacer un trabajo artístico como este. Los de Habana Abierta son mis hermanos, mi casa, mi familia, mi escuela. Yo contengo mucho de Habana Abierta y esta contiene de mí”.

¿Para ti ser parte de este proyecto fue un antes y un después?

En realidad fue un principio. Bueno, quizás el principio fue la peña de 13 y 8, pero con Habana Abierta encontramos tempranamente el camino. Apostamos por ese sonido y dio los resultados, o sea, no estábamos equivocados.

¿Crees que irremediablemente tenía que ser en el extranjero donde Habana Abierta se desarrollara y tomara fuerza?

Tuvo que hacerse en el extranjero y donde cogió fuerza fue aquí. Los agentes de promoción nos decían que nuestro lenguaje no solo difería de lo que había hasta entonces (la trova de Silvio, la timba, el jazz de Chucho), nosotros mezclábamos todas esas cosas y quienes mejor entendieron fueron las nuevas generaciones de cubanos, el nuevo oído generacional cubano que está en La Habana, en Miami y regado por el mundo entero. Habana Abierta se confirma en el corazón y el oído de la gente.

Habana Abierta abrió un camino próspero para la fusión en la música cubana. ¿Crees que en estos momentos hay algo que esté moviendo a la música cubana como lo hicieron ustedes hace casi 20 años?

Francamente no he visto nada parecido a Habana Abierta, pero sí sé que hay muchas agrupaciones que están tomando la fórmula nuestra de desprejuiciarse entre lo culto y lo popular, aprovechando los recursos expresivos para proyectar su mensaje. Sin ser yo un evaluador puedo decir que me gusta mucho Qva Libre tienen una puesta en escena fabulosa, cada vez que los veo la paso muy bien. Ellos tienen un sentido del humor especial, eso es inteligencia.

¿El oyente ideal para lo que acontece sigue siendo entonces el joven oído?

Las generaciones nuevas son una condensación de lo que ha pasado. Es una gran fortuna que el joven oído cubano tenga en cuenta a Habana Abierta, que los tenga en su colección de discos. Hay gente que nos escucha sin saber nuestro nombre, y eso es lo mejor, la etiqueta no es lo que dice lo que hay que oír sino el gusto. Habana Abierta es una opción siempre en una fiesta después de cualquier otra canción. Esa es la mayor aspiración que pueda tener un músico.

¿Este disco con Bis Music es una acumulación de lo que fuiste postergando o son cosas nuevas?

Son inéditas porque no tienen editorial pero las he tocado en directo, algunas son conocidas: E-mail, Queriendo que te sientas bien, Canción a crayola…

Norte, Sur, Este y Aquel  incluye 10 tracks y rescata algún tema de cuando integré Lucha Almada. El álbum también tiene dos canciones novísimas que hice tomando el pulso, la temperatura en la Habana. Los demás temas son inéditos y transito por todos los registros posibles. Parto de la matriz cubana y mi estilo personal para hacer balada, pop, rock & roll, guajira, bossa nova…

¿Qué ganchos tienes para conquistar al público con temas que escribiste hace 10 años?

Son de la loma y la Guantanamera siguen conquistando al público y tienen muchos más años (Risas). No es eso lo que me preocupa. Lo importante es que todo trabajo artístico se concibe pensando en un receptor, he compilado estas canciones queriendo que gusten desde el sofá de la casa, en el estéreo de un almendrón o bailando en una fiesta. He puesto todo lo que puedo hacer yo.

¿Quiénes te acompañaron en la grabación?

Rodney Barreto (batería), Gastón Joya (bajo), Julito Padrón (trompeta), Juan Carlos Marín (trombón), Yaroldi Abreu (percusión), René Baños de Sampling (ayudó en los coros) y David Torrens. Nadie mejor que estos músicos, ellos son de punta; me sentí feliz cuando tuve el sí de ellos. Imagínate, los músicos de Chucho en el estudio de Maykel Bárzaga… ¡Guao! no me lo podía creer.

Muchos de los que mencionas son jazzistas

Es que el músico cubano hace de todo: jazz, rock & roll, bossa nova, balada… Están preparados para cualquier terreno, es maravilloso, lo estamos viendo hace tiempo. Tocan con agrupaciones de prestigio en el mundo. Ellos tocan todos los géneros y en mi disco lo hicieron impecablemente bien. Esto es gracias a la escuela cubana y al sentido de la música cubana que, por naturaleza, en bien peculiar.

Si los músicos cubanos son tan estelares y nosotros lo sabemos, ¿por qué últimamente tantos directores de orquestas populares se quejan de una crisis en la música cubana, de la preferencia por ritmos como el reguetón?

Me entristece el ataque que está habiendo contra el reguetón. Yo soy incapaz de hacer reguetón, no lo haría mejor que los reguetoneros, por eso no lo hago, me dedico a otra cosa.

Con el reguetón está pasando algo parecido a lo que sucedió hace años con el guaguancó y la rumba, que eran considerados marginales. Se está discriminando excesivamente a un género que es expresión de una cultura popular, marginal o como quieran llamarle, pero ahí está y tiene oyentes, bailadores y un ritmo sabroso. Otra cosa es que tenga un mensaje o nos muestre una cara que no queremos ver de la realidad.

Creo que no se debe barrer debajo de la alfombra sino estar atentos porque quizás está saliendo una nueva forma de la música cubana como sucedió con la rumba o con los Irakere cuando les llamaban chabacanos.

¿No te da miedo hacer esa comparación?

No, porque algo de lo que ha adolecido la música cubana es la separación entre lo culto y lo popular. Lo cual me parece un error. Ese error no lo cometió Brasil y por eso es la potencia musical que es. En Estados Unidos tampoco sucedió. La buena música sale de la fusión de lo popular y lo culto. Casi toda la música clásica está hecha de pastorales, que es música campesina, de la plebe.

La verdad es que he escuchado críticas acertadas sobre el reguetón porque por momentos se escuchan mensajes desagradables de sus letras e indecentes, pero también indecente fue mover la cintura con la rumba. En vez de negarlo o acorralarlo debe ser atendido y encauzado.

Tiene que haber de todo en la música.

Que la gente pueda escoger. Los medios tienen que difundir de todo.

Lo que pasa en Cuba es que no hay una mercadotecnia, no hay infraestructura para explotar la música cubana, es arcaico ese concepto aún. Cuando dignificas una producción en detrimento de otras ya se crea un problema. Eso está sucediendo ahora. Como mismo es diversa la población cubana debe haber un escaparate para todos, que cada cual escoja, pero no promover nada en contra de lo otro. Si no hay de todo sería muy aburrido. Por ejemplo, Calle 13 hace reguetón también y muy bien porque no se queda en el vacilón y el meneo sino que tiene un mensaje.

¿Qué les dirías en este momento a los melómanos cubanos?

Que se atraganten de música, que eso es lo más lindo que hay, que se cuiden los oídos porque hay mucha cosa mala sonando por ahí y mucha cosa buena. Atentos.