Los hackers han cambiado
Su nombre como hacker: Guccifer. En 2013 accedió a las cuentas de correo de la familia Bush y reveló los problemas de salud del ex presidente George Bush padre y las pinturas de perros y autorretratos de su hijo, también ex primer mandatario de Estados Unidos.
Ganó notoriedad por acceder de manera repetida y en contra de la ley a correos electrónicos de figuras públicas, sobre todo millonarios y estrellas de Hollywood, tomar datos confidenciales y ofrecerlos gratuitamente en internet, para después cambiar las contraseñas y restringir el acceso a sus usuarios.
Guccifer fue detenido el pasado miércoles en Rumania, según reportaron varios medios de aquel país, dando a conocer su nombre: Marcel Lazar Lehel.
Ya había sido arrestado por hackear cuentas de funcionarios rumanos y recibió una sentencia de tres años de libertad condicional. “En este caso, hay evidencia que, durante 2013, accedió de manera repetida y en contra de la ley a correos electrónicos de figuras públicas”, reportaron las autoridades en un comunicado.
Desde febrero de 2013, cuando Lehel envió fotos y documentos obtenidos del hackeo de las cuentas de los Bush a The Smoking Gun, sitio web que publica documentos públicos incriminatorios de políticos estadunidenses, Guccifer se ha atribuido otros ciberataques de alto perfil.
En base a las investigaciones preliminares, habría utilizado diversos métodos para acceder a las cuentas de dichas personas en Facebook, Comcast Corp., AOL y otras compañías.
Este hacker puede catalogarse entre los autodidactas, que se infiltran en sistemas ajenos por curiosidad y buscan la notoriedad, que delinque a pequeña escala. Sin embargo, esta figura ha ido cambiando.
En este momento los hackers que actúan como parte del crimen organizado llevan la delantera a los ‘buenos’, debido a que cuentan con muchos recursos e investigación que permiten el desarrollo de técnicas sofisticadas. Crean malware que venden a otros ciberdelincuentes para atacar, robar grandes cantidades de dinero. Este es el nuevo perfil: un criminal que debe ser detenido”, dice Dmitry Bestuzhev, director del equipo de Investigación y Análisis para AL de Kaspersky Lab.
Para Corey Nachreiner, director de la Estrategia de Seguridad en WatchGuard, hay tres tipos de hackers: los hacktivistas, que se organizan para los ataques, busca mostrar la corrupción y el mal social y no tienen jefe; los ciberdelincuentes, pagados por el mejor postor, roban identidades y datos financieros, y son altamente peligrosos por sus métodos de extorsión; y finalmente los que trabajan para los gobiernos, que se dedican al ciberespionaje y a la inteligencia, dañar enemigos y robar secretos industriales y federales.
Lejos quedó la época en la que los hackers, crackers y cibercriminales buscaban la fama”, agrega Nachreiner.
Para los analistas, Albert González es una muestra de la evolución del hacker autodidacta al cibercriminal, pues es considerado el delincuente del siglo.
González y su banda tuvieron acceso a 180 millones de cuentas de tarjetas de crédito, y robaron millones de dólares. En 2008 fue detenido, y en marzo de 2013 fue condenado a permanecer en prisión hasta 2025.
En 2003 aceptó convertirse en “un soplón” y ayudó al Departamento de Justicia y al FBI en Washington a preparar, en el transcurso de un año, una trampa ingeniosa para capturar a otros hackers. González era el cerebro de la denominada Operación Firewall.
A finales de 2006, regresó a Miami y volvió a delinquir con parte de los secretos que obtuvo. Logró información de millones de tarjetas al lograr infiltrarse en los sistemas de OfficeMax, Barnes & Noble, Target, Sports Authority y Boston Market.
Este es el nuevo perfil del hacker, que debe buscar ser detenido, pues están pasos adelante de los sistemas de seguridad de muchos gobiernos y compañías, y operan a escala mundial”, agregó Bestuzhev.
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