Oficina del Historiador de La Habana apoya sus primeras cooperativas

Oficina del Historiador de La Habana apoya sus primeras cooperativas
Fecha de publicación: 
28 Septiembre 2013
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Vitria y Calflat, así se denominan las dos primeras cooperativas no agropecuarias de primer grado de la Oficina del Historiador de la Ciudad (OHC) presentadas oficialmente este viernes, las cuales rescatan los oficios de vidriería y herrería, respectivamente.

 

Estas cooperativas tienen como objetivo fundamental diversificar el trabajo en la OHC en una nueva modalidad, utilizando en este caso específico la experiencia de graduados y profesores de la Escuela Taller Gaspar Melchor de Jovellanos.

Según el Historiador de La Habana, Dr. Eusebio Leal Spengler estas nuevas formas de producción no estatal tendrán un vínculo de comunicación directa con la OHC. “Yo estaré permanentemente detrás para ayudar y sostener hasta que los pájaros vuelen solos, que espero sea en el menor tiempo posible” manifestó Leal y les deseó éxitos a todos: “triunfen que es lo que el país, ustedes y sus familias requieren”.

 

La cooperativa Vitria está integrada por tres muchachas: Amalia Rojo, de 22 años, e Irena Martínez y Adriana de la Nuez, ambas de 23 años y graduadas de la especialidad de vidriería de la Escuela Taller. Estas jóvenes desarrollarán un trabajo de restauración y conservación de entidades patrimoniales que se encuentren dentro del plan de inversiones de la Oficina, aunque también están abiertas a otras entidades estatales o particulares. “Trabajaremos todo lo que tenga que ver con vidriería, fundamentalmente vitrales y lámparas”, comentó De la Nuez.

 

“La OHC nos ha apoyado mucho y ha prometido ayudarnos siempre. Esperamos que todo se dé cómo lo hemos pensado desde el inicio. Queremos trabajar en lo que nos gusta y materializar todas las ideas que teníamos desde que estábamos estudiando”, declaró Martínez, presidenta de la cooperativa.

 

Asimismo, Rojo explicó que es un reto importante para las tres, pues son muy jóvenes y esta tarea “requiere mucha responsabilidad individual y colectiva, pues hemos dado un gran paso al tener ahora nuestra empresa no estatal”.

 

Por otra parte, Calflat es la otra cooperativa pionera y está constituida por tres graduados de forja: José Carlos Mesa (23 años), Carlos Alberto López (22), Jorge Luis Zayas (28), y por Tomás Gutiérrez, de 52 años, quien fue profesor de la Escuela Taller.

 

Según Mesa, presidente de esta empresa, en ella realizará de todo “siempre que sea legal. Puede ser herrería artística, rejas, puertas, ventanas, alguna pieza ornamental y escultura en bronce en pequeña escala”.

 

Los integrantes de Calflat sueñan en grande, aunque los materiales pueden constituir el principal inconveniente a la hora de realizar su labor, pues “en estos momentos no hay un mercado mayorista o minorista donde se puedan adquirir las materias primas”, como reconoció Zayas.

 

“De aquí a cinco años yo veo a esta cooperativa no solo con cuatro integrantes, sino más amplia, con reconocimiento nacional e internacional y con un gran prestigio en el país”, indicó López y convidó a los jóvenes que estudian en la Escuela Taller “a seguir el ejemplo de ellos, pues es una buena oportunidad y se puede aspirar a mucho”.

 

Estas dos cooperativas materializan un sueño que desde hace años se manejaba en la OHC y como adelantó el Dr. Leal, no serán las únicas, pues ya se prevé también la agrupación de los cocheros de La Habana Vieja.

 

Con Vitria y Calflat se evidencia que poco a poco la OHC perfecciona sus mecanismos de gestión y modos de hacer, aunque como explicara el Historiador, todavía las estructuras de la sociedad cubana se están enterando de la existencia de las cooperativas y muchos ni siquiera conocen de qué se trata el tema, a pesar de todo lo que se ha publicado.

 

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