Hanser García y el por qué de su ausencia final

Hanser García y el por qué de su ausencia final
Fecha de publicación: 
2 Agosto 2013
0
Imagen principal: 

Primero lo primero, es humano, ciertamente instalado en la elite mundial de la modalidad más exigente de la natación: 100 y 50 metros estilo libre. Ese es Hanser García (10 de octubre de 1988), quien como todo un rebelde sin causa surca piscinas, en ocasiones haciendo caso omiso a cuestiones técnicas importantes, como la arrancada, el delfín —movimiento subacuático inicial entes de salir a bracear y patear—, y el halón o impulso final durante la vuelta.

 

Así este nadador-polista-nadador desafió a muchos en los Juegos Olímpicos de Londres, donde ancló séptimo con tope nacional de 48.04 segundos. Y digo nadador-polista-nadador, porque el destino y la vida justamente en definitiva lo encauzaron hacia la natación.

 

Comenzó en la escuela primaria Orestes de la Torre, de su natal Santa Clara y, luego de ser captado en la EIDE, tuvo que enrocarse al polo acuático por bajos resultados deportivos, hasta que reapareció en el 2009, batiendo el récord nacional de los 50 libres en la Copa Marcelo Salado.

 

Pero de eso no va este trabajo, ya todos estamos habituados a destilar adrenalina a chorros cada vez que «el pollo» se lanza a la piscina, aunque ahora en Barcelona, sede del XV Campeonato Mundial de Deportes Acuáticos, confieso que yo, al igual que muchos, me quedé con las ganas de verlo en otra final luego de nadar el segmento en 48.54 (tanto en la eliminatoria como en semifinales, para el escaño 11), capaz de emular sus séptimos escaños bajo los cinco aros y en la justa universal de curso corto de Estambul (estableció primacía igualmente con 47.19, inferiores a sus 47.28 semifinalistas). Sin embargo, no pudo ser, aunque algún atisbo de esperanza queda cifrado aún, pues este viernes se lanzará en los 50 libres, una distancia que todos conocen no es su fuerte.

 

Sucede que ni la preparación de Hanser, ni los tiempos realizados desde que reanudó sus entrenamientos en este 2013, estuvieron a tono con los de los 12 meses precedentes. Incluso yo, fiel seguidor de sus hazañas, me mostré escéptico de su posible inclusión entre los ocho mejores libristas del hectómetro.

 

En varias de nuestras conversaciones, me comentó respecto a la posibilidad de una presea en un certamen del orbe: «Necesito seguir incrementando y puliendo mi capacidad técnica. La relación peso corporal en los entrenamientos (85-86 kg)-peso competitivo (81.5-82) no es un dolor de cabeza en este minuto. Mi horizonte lo establezco año por año. El inmediato está a la vuelta del Campeonato Mundial de Barcelona. ¿Qué pasará? Aún no lo sé. Crucial será que el entrenamiento fluya de forma ininterrumpida, alcanzar los volúmenes exactos, esencialmente la capacidad aerobia, y por último, llegar en óptimas condiciones y que la suerte (entre risas) esté de mi lado».

 

Luego en abril, a la vuelta de cuatro meses, este iba siendo el veredicto:

«A Barcelona iré en busca de mejorar mi séptimo puesto de Londres, no me gusta hacer pronósticos, pero tengo ambiciones. Acá llegamos cargados debido a las interrupciones relacionadas con la actual temporada invernal y problemas de cloración, deterioro y otras cuestiones con las piscinas disponibles para entrenar. Normalmente la semana previa a un evento fuerte nado entre 10 y 15 kilómetros, a este llegué con 34, sin realizar puesta en forma, entonces ese volumen tras varios días de intensidad se tradujo en cansancio. De cualquier manera, estoy contento con el resultado, fue fiel a lo proyectado por mi entrenadora María Luisa Mojarrieta (49.3-49.4), a pesar de no superar el 48.86 del martes». Corría la Copa Marcelo Salado, incluso mucho antes de incursionar en el Circuito Mare Nostrum y el CCCAN, otras escalas de su puesta en forma, en las que si bien emergió airoso, sus registros presagiaban el posible desenlace.

 

Por ejemplo: En Barcelona, segunda parada del Mare Nostrum, dominó los 100 metros con 49.14 segundos y culminó en bronce en la mitad del segmento con 22.60. Luego, en el cierre del periplo en Canet, se ubicó segundo en el hectómetro (48.82) y repitió el bronce en 50 con 22.38. Eso antes de titularse en el CCCAN de Costa Rica, gracias a discreto 49.84. Claro está, aquí le exigieron muchísimo menos que en Europa o la Ciudad Condal.

 

En fin, no se trata de justificaciones ni pretextos, me consta incluso que Hanser no quiere ni piensa escudarse en ellos, sí de análisis objetivos.

Se me antoja culminar con algunas palabras del subcampeón bajo los cinco aros de Atlanta 1996 y Comisionado Nacional, Rodolfo Falcón: «El ciclo que terminó fue muy bueno, hacer una valoración es difícil, si tomamos en cuenta el elevadísimo nivel científico-técnico que ha alcanzado nuestro deporte, con las potencialidades concentradas en  países desarrollados, poseedores de muchos recursos y miles de practicantes a nivel de clubes, o sea, una cantera enorme.

 

«El esfuerzo de nuestros entrenadores para que no se pierdan talentos y materializar deportistas continuos es mucho mayor que el de cualquier otra nación. De hecho, nuestro índice de nadadores continuos es de los más bajos del continente e, incluso, a nivel mundial», ahondó. Tanto es así, que solo 70 alumnos tiene como matrícula la escuela Marcelo Salado. Los dejo así en el terreno de las conclusiones.

alt

alt

alt

alt

alt

alt

alt

alt

alt

alt

Añadir nuevo comentario

CAPTCHA
Esta pregunta es para comprobar si usted es un visitante humano y prevenir envíos de spam automatizado.
CAPTCHA de imagen
Introduzca los caracteres mostrados en la imagen.